Examen final
Hace casi dos años ya, cuando se inició la cosa viral, tuve una certeza meridiana: llevaba casi dos décadas preparándome para ello.
El cambio fundamental a todos los niveles que hemos vivido y que sigue su curso, parecía diseñado con esmero para poner a prueba todo lo que he aprendido, desarrollado, modificado, anulado e incorporado en el Camino del Guerrero. Me lo tomé como los exámenes finales, en mis estudios de expansión y profundización de la Consciencia.
Y he de afirmar con satisfacción que me gradué con excelentes calificaciones. Conseguí emplear el encierro como proceso iniciático de incubación; transmuté cualquier ansiedad en calma profunda y consciente; supe crecer en cada aspecto (físico, mental, emocional y espiritual) con equilibrio y alcancé a mantener unos notables niveles de alegría, que felizmente siguen creciendo.
Wow! Hace 20 años, hubiera sido otra peli, muy distinta. Máxime, teniendo en cuenta que al comienzo de esto que llamo el Chiriviri, en mi caso se sumaron una extrema precariedad económica y laboral, un momento personal difícil por mi separación de mi ya ex-pareja, la partida de este mundo de mi madre en pleno lío hospitalario… Sin mi preparación previa, ardua y concienzuda, puedo imaginar el infierno que hubiera atravesado, tal vez me hubiera tocado en la línea de flotación y dejado secuelas.
Así pues, ¿cómo se puede atravesar una situación tan difícil y sin visos de solución a medio plazo, no sólo sin caer en el pozo, sino experimentando una profunda renovación y un notable crecimiento personal? Tomando consciencia doblemente, sin duda.
Se tiende a tomar el trabajo de consciencia como un complemento para la vida moderna, un pasatiempo que nos adorna como personas, un plus que permite vivir mejor. Sólo l@s iniciad@s sabemos cuán corta es esa visión, de qué va realmente la vaina y hasta qué punto el trabajo de la consciencia es crucial en estos tiempos y en cualesquiera otros, pues al igual que el árbol crece de modo natural en ambas direcciones (Cielo y Tierra), la consciencia humana se expande por su propia naturaleza.
Lo que tiene este Camino, es que no es fácil, ni corto, ni ofrece resultados inmediatos, o que estos se ajusten al gusto personal. Por eso se llama del Guerrero o Guerrera, porque hay que atarse bien los machos y aprender sobre la marcha a surcar las aguas en la galerna.
Y muy pocas personas están dispuestas a todo lo que conlleva: revisión de Sistemas de Creencia propios y ajenos, buceo consciente en la propia mierda; asunción de la oscuridad, el dolor, la enfermedad y la muerte; ejercicio impecable de la Voluntad; manejo de la Atención 360º; trabajo de desapego; atravesar exitosamente la dichosa Noche Oscura del Alma (mamasita, qué trago…)
La lista es muy larga y ni sabría detallarla completa. Sin embargo, estamos todos embarcados en la gran nave, donde la gran mayoría apenas es consciente de donde tiene los pies. Entiendo que por eso existen blogs como éste: un modo de hacer saber a esa mayoría que existe un Camino diferente. Puede ser duro, exigente, solitario, desgarrador, confuso y –precisamente por ello- merece la pena recorrerlo. No hay logro de verdadero valor en esta vida humana, que se obtenga sin esfuerzo.
Mucho tiempo soñé con que el número de personas que lo tomaban crecía exponencialmente y que eso, cambiaba el mundo. Hoy, ya he entendido (y me ha costado) que el mundo ni hay que cambiarlo, ni hay modo de que los seres humanos eviten la expansión de su conciencia, como no puede el árbol decidir no expandir sus ramas y raíces. Pero eso sí, esa naturaleza se puede favorecer.
Por eso, el “trabajo” (ay qué palabrita) de la consciencia es –por así decir- equiparable a potenciar la salud del espíritu y a desarrollar la que llamo Inteligencia Espiritual, la única apta para darlo todo en situaciones como la que hemos vivido y que se prolonga…
La Humanidad enfrentamos hoy retos enormes, a todas las escalas y niveles (personal, sanitario, psicológico, económico, laboral, profesional, geopolítico, social, ideológico, emocional, espiritual…) Como decía, como si hubiera sido todo diseñado para ponernos a prueba, testarnos y provocar una evolución necesaria, crucial y sanadora de la consciencia a escala individual, grupal, social y mundial. Ahí lo llevamos…
Por eso, como bien sabemos, quien detenta conocimiento verdadero y fehaciente ha de compartirlo, sin querer convencer, ni cambiar nada ni nadie; es la ley de la vida en el Universo: intercambio de información para que se propague y prolifere. Eso entiendo que es este blog, en el que ya he participado alguna vez con gusto extremo. Por ello, felicidades en tu cumpleaños, blog*. Que sea un año de alegrías y bendiciones. Un abrazo a tod@s.
Y he de afirmar con satisfacción que me gradué con excelentes calificaciones. Conseguí emplear el encierro como proceso iniciático de incubación; transmuté cualquier ansiedad en calma profunda y consciente; supe crecer en cada aspecto (físico, mental, emocional y espiritual) con equilibrio y alcancé a mantener unos notables niveles de alegría, que felizmente siguen creciendo.
Wow! Hace 20 años, hubiera sido otra peli, muy distinta. Máxime, teniendo en cuenta que al comienzo de esto que llamo el Chiriviri, en mi caso se sumaron una extrema precariedad económica y laboral, un momento personal difícil por mi separación de mi ya ex-pareja, la partida de este mundo de mi madre en pleno lío hospitalario… Sin mi preparación previa, ardua y concienzuda, puedo imaginar el infierno que hubiera atravesado, tal vez me hubiera tocado en la línea de flotación y dejado secuelas.
Así pues, ¿cómo se puede atravesar una situación tan difícil y sin visos de solución a medio plazo, no sólo sin caer en el pozo, sino experimentando una profunda renovación y un notable crecimiento personal? Tomando consciencia doblemente, sin duda.
Se tiende a tomar el trabajo de consciencia como un complemento para la vida moderna, un pasatiempo que nos adorna como personas, un plus que permite vivir mejor. Sólo l@s iniciad@s sabemos cuán corta es esa visión, de qué va realmente la vaina y hasta qué punto el trabajo de la consciencia es crucial en estos tiempos y en cualesquiera otros, pues al igual que el árbol crece de modo natural en ambas direcciones (Cielo y Tierra), la consciencia humana se expande por su propia naturaleza.
Lo que tiene este Camino, es que no es fácil, ni corto, ni ofrece resultados inmediatos, o que estos se ajusten al gusto personal. Por eso se llama del Guerrero o Guerrera, porque hay que atarse bien los machos y aprender sobre la marcha a surcar las aguas en la galerna.
Y muy pocas personas están dispuestas a todo lo que conlleva: revisión de Sistemas de Creencia propios y ajenos, buceo consciente en la propia mierda; asunción de la oscuridad, el dolor, la enfermedad y la muerte; ejercicio impecable de la Voluntad; manejo de la Atención 360º; trabajo de desapego; atravesar exitosamente la dichosa Noche Oscura del Alma (mamasita, qué trago…)
La lista es muy larga y ni sabría detallarla completa. Sin embargo, estamos todos embarcados en la gran nave, donde la gran mayoría apenas es consciente de donde tiene los pies. Entiendo que por eso existen blogs como éste: un modo de hacer saber a esa mayoría que existe un Camino diferente. Puede ser duro, exigente, solitario, desgarrador, confuso y –precisamente por ello- merece la pena recorrerlo. No hay logro de verdadero valor en esta vida humana, que se obtenga sin esfuerzo.
Mucho tiempo soñé con que el número de personas que lo tomaban crecía exponencialmente y que eso, cambiaba el mundo. Hoy, ya he entendido (y me ha costado) que el mundo ni hay que cambiarlo, ni hay modo de que los seres humanos eviten la expansión de su conciencia, como no puede el árbol decidir no expandir sus ramas y raíces. Pero eso sí, esa naturaleza se puede favorecer.
Por eso, el “trabajo” (ay qué palabrita) de la consciencia es –por así decir- equiparable a potenciar la salud del espíritu y a desarrollar la que llamo Inteligencia Espiritual, la única apta para darlo todo en situaciones como la que hemos vivido y que se prolonga…
La Humanidad enfrentamos hoy retos enormes, a todas las escalas y niveles (personal, sanitario, psicológico, económico, laboral, profesional, geopolítico, social, ideológico, emocional, espiritual…) Como decía, como si hubiera sido todo diseñado para ponernos a prueba, testarnos y provocar una evolución necesaria, crucial y sanadora de la consciencia a escala individual, grupal, social y mundial. Ahí lo llevamos…
Por eso, como bien sabemos, quien detenta conocimiento verdadero y fehaciente ha de compartirlo, sin querer convencer, ni cambiar nada ni nadie; es la ley de la vida en el Universo: intercambio de información para que se propague y prolifere. Eso entiendo que es este blog, en el que ya he participado alguna vez con gusto extremo. Por ello, felicidades en tu cumpleaños, blog*. Que sea un año de alegrías y bendiciones. Un abrazo a tod@s.
Santiago Ruiz
* blog:
Sitio web que incluye, a modo de diario personal de su autor o autores, contenidos de su interés, actualizados con frecuencia y a menudo comentados por los lectores. (rae)
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