Lección 305 en vídeo-audio/Lina Custode |
Lección 305
Hay una paz que Cristo nos concede.
9. ¿Qué es el Segundo Advenimiento?
1. El Segundo Advenimiento de Cristo, que es tan seguro como Dios, es simplemente la corrección de todos los errores y el restablecimiento de la cordura. Es parte de la condición que reinstaura lo que nunca se perdió y re-establece lo que es eternamente verdad. Es la invitación que se le hace a la Palabra de Dios para que ocupe el lugar de las ilusiones: la señal de que estás dispuesto a dejar que el perdón descanse sobre todas las cosas sin excepción y sin reservas.
2. La naturaleza totalmente inclusiva del Segundo Advenimiento de Cristo es lo que le permite envolver al mundo y mantenerte a salvo en su dulce llegada, la cual abarca a toda cosa viviente junto contigo. La liberación a la que el Segundo Advenimiento da lugar no tiene fin, pues la creación de Dios es ilimitada. La luz del perdón ilumina el camino del Segundo Advenimiento porque refulge sobre todas las cosas a la vez y cual una sola. Y así, por fin, se reconoce la unidad.
3. El Segundo Advenimiento marca el fin de las enseñanzas del Espíritu Santo, allanando así el camino para el juicio Final, en el que el aprendizaje termina con un último resumen que se extenderá más allá de sí mismo hasta llegar a Dios. En el Segundo Advenimiento todas las mentes se ponen en manos de Cristo, para serle restituidas al espíritu en el nombre de la verdadera creación y de la Voluntad de Dios.
4. El Segundo Advenimiento es el único acontecimiento en el tiempo que el tiempo mismo no puede afectar. Pues a todos los que vinieron a morir aquí o aún han de venir, o a aquellos que están aquí ahora, se les libera igualmente de lo que hicieron. En esta igualdad se reinstaura a Cristo como una sola Identidad, en la Cual los Hijos de Dios reconocen que todos ellos son uno solo. Y Dios el Padre le sonríe a Su Hijo, Su única creación y Su única dicha.
5. Ruega, pues, por que el Segundo Advenimiento tenga lugar pronto, pero no te limites a eso. Pues necesita tus ojos, tus oídos, tus manos y tus pies. Necesita tu voz. Pero sobre todo, necesita tu buena voluntad. Regocijémonos de que podamos hacer la Voluntad de Dios y unirnos en Su santa luz. ¡Pues mirad!, el Hijo de Dios es uno solo en nosotros, y podemos alcanzar el Amor de nuestro Padre a través de él.
LECCIÓN 305
Hay una paz que Cristo nos concede.
1. El que sólo utiliza la visión de Cristo encuentra una paz tan profunda y serena, tan imperturbable y completamente inalterable, que no hay nada en el mundo que sea comparable. Las comparaciones cesan ante esa paz. Y el mundo entero parte en silencio a medida que esta paz lo envuelve y lo transporta dulcemente hasta la verdad, para ya nunca volver a ser la morada del temor. Pues el amor ha llegado, y ha sanado al mundo al concederle la paz de Cristo.
2. Padre, la paz de Cristo se nos concede porque Tu Voluntad es que nos salvemos. Ayúdanos hoy a aceptar únicamente Tu regalo y a no juzgarlo. Pues se nos ha concedido para que podamos salvarnos del juicio que hemos emitido acerca de nosotros mismos.
Lección 305 en mente uno. (Clic)
Comentario de Jorge Pellicer.
¿Qué es el Segundo Advenimiento?
Lecciones 301 a 310.
Citas. Concepto de yo
Lo más curioso de todo es el concepto de yo que el ego fomenta en las relaciones especiales. Este
"yo" busca relaciones para completarse a Sí mismo. Pero cuando encuentra la relación especial en la
que piensa que puede lograrlo, se entrega a sí mismo, y trata de "intercambiarse" por el yo del otro.
Eso no es unión, pues con ello no hay aumento ni extensión. Cada uno de ellos trata de sacrificar el
yo que no desea a cambio de uno que cree que prefiere. Y se siente culpable por el "pecado" de
apropiarse de algo y de no dar nada valioso a cambio. ¿Qué valor le puede adjudicar a un yo del que
quiere deshacerse para obtener otro "mejor"?
T-16.V.7 (Texto, capítulo 16, apartado V, párrafo 7).
EL CANTO DE ORACIÓN
La oración, el perdón, la sanación
3. LA SANACIÓN
T-16.V.7 (Texto, capítulo 16, apartado V, párrafo 7).
EL CANTO DE ORACIÓN
La oración, el perdón, la sanación
3. LA SANACIÓN
I. La causa de la enfermedad.
1. No confundas el efecto con la causa, ni pienses que la enfermedad está aparte y separada de lo que debe ser su causa. Es una señal, una sombra de un pensamiento maligno que parece tener
realidad y ser justo, de acuerdo con la costumbre del mundo. Es la prueba externa de "pecados"
internos, y da testimonio de pensamientos carentes de perdón que hieren y pretenden hacerle daño
al Hijo de Dios. Sanar el cuerpo es imposible, y esto resulta demostrado por la breve naturaleza de
la "cura". El cuerpo de todas maneras debe morir, y de esta forma lo único que hace su sanación es
demorar su retorno al polvo, de donde nació y al que volverá.
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