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jueves, 11 de noviembre de 2021

10º aniversario/Mirando adentro/José Luis Gil Monteagudo




Agradezco a José Luis su disposición a compartir la claridad de pensamiento que atesora, útil en el sendero de la sanación.


Mirando adentro


Es el tiempo de dirigir cada vez más la mirada hacia el mundo interior. 


La toma de conciencia de lo que está pasando en la mente, lo que se ha dado en llamar técnicamente “metaconciencia” (conciencia de la propia conciencia) es el denominador común de una larga serie de enfoques terapéuticos validados. 

Hay consenso con respecto a la importancia de observar la mente con sus diferentes matices y movimientos. Pero ¿para qué observarla? ¿Para qué dirigir la mirada hacia adentro?

Todo lo que hacemos por fuera se impregna de lo que sucede por dentro. Todo lo que experimentamos en el nivel del mundo y el cuerpo está completamente influenciado por lo que sucede en el mundo interno. 

Nuestras reacciones son el efecto de esa causa. Si queremos que nuestra experiencia cambie, pase lo que pase en el guion, no nos queda más remedio que observar pensamientos y sentimientos, recuerdos, fantasías, sueños, anhelos, emociones… Una aventura de exploración en los contenidos del nivel de la mente. Un sacarlos a la luz que hay en el interior que es compartida con todas las mentes. Con calma, sobre la marcha, siguiendo la partitura del día…

Aquello que no estemos dispuestos a mirar no podrá ser sanado. Y no será susceptible de recibir la cálida llegada del cambio. Cambiar lo que había cambiado, invertir lo que había sido invertido, para llegar al estado natural de la mente: el sentimiento y el pensamiento de que somos uno. Salir de la dinámica del ego mientras entramos en la dinámica del amor. Una mirada amable hacia lo que no nos gusta de nosotros mismos o de cualquiera. Un elegir la unidad en lugar del conflicto. Desde esa mirada se puede abrazar a alguien o ponerle límites. 

Por dentro elegimos la visión de unidad. Y eso nos dará la suficiente claridad como para poder hacer en el mundo lo que proceda. Vigilancia amorosa de la mente. Observar las cosas tal como son, sin autoengaño. Y tomar decisiones. En mi mente mando yo, aunque a menudo no lo parezca. Puedo recuperar ese poder con la mirada interna. Y a base de tomar decisiones a favor del amor, un día nos sentiremos uno con el Amor mismo.


José Luis Gil Monteagudo, médico y psicoterapeuta.

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