Lección 328 en audio-vídeo/Lina Custode |
Lección 328
Elijo estar en segundo lugar para obtener el primero.
11. ¿Qué es la creación?
1. La creación es la suma de todos los Pensamientos de Dios, en número infinito y sin límite alguno en ninguna parte. Sólo el Amor crea, y únicamente a Su semejanza. Jamás hubo tiempo alguno en el que todo lo que creó no existiese. Ni jamás habrá tiempo alguno en que nada que haya creado sufra merma alguna. Los Pensamientos de Dios han de ser por siempre y para siempre exactamente como siempre han sido y como son: inalterables con el paso del tiempo, así como después de que éste haya cesado.
2. Los Pensamientos de Dios poseen todo el poder de su Creador. Pues Él quiere incrementar el Amor extendiéndolo. Y así, Su Hijo participa en la creación, y, por lo tanto, no puede sino compartir con su Padre el poder de crear. Lo que Dios ha dispuesto que sea uno eternamente, lo seguirá siendo cuando el tiempo se acabe, y no cambiará a través del tiempo, sino que seguirá siendo tal como era antes de que surgiera la idea del tiempo.
3. La creación es lo opuesto a todas las ilusiones porque es la verdad. La creación es el santo Hijo de Dios, pues en la creación Su Voluntad es plena con respecto a todo, al hacer que cada parte contenga la Totalidad. La inviolabilidad de su unicidad está garantizada para siempre, perennemente a salvo dentro de Su santa Voluntad, y más allá de cualquier posibilidad de daño, separación, imperfección o de nada que pueda mancillar en modo alguno su impecabilidad.
4. Nosotros, los Hijos de Dios, somos la creación. Parecemos estar separados y no ser conscientes de nuestra eterna unidad con Él. Sin embargo, tras todas nuestras dudas y más allá de todos nuestros temores, todavía hay certeza, pues el Amor jamás abandona Sus Pensamientos, y ellos comparten Su certeza. El recuerdo de Dios se encuentra en nuestras mentes santas, que son conscientes de su unicidad y de su unión con su Creador. Que nuestra función sea únicamente permitir el retorno de este recuerdo y que Su Voluntad se haga en la tierra, así como que se nos restituya nuestra cordura y ser solamente tal como Dios nos creó.
5. Nuestro Padre nos llama. Oímos Su Voz y perdonamos a la creación en Nombre de su Creador, la Santidad Misma, Cuya santidad Su creación comparte con Él; Cuya santidad sigue siendo todavía parte de nosotros.
Lección 328
Elijo estar en segundo lugar para obtener el primero.
1. Lo que parece ser el segundo lugar es en realidad el primero, pues percibimos todo al revés hasta que decidimos escuchar la Voz que habla por Dios. Nos parece que sólo podemos alcanzar autonomía si nos esforzamos por estar separados, y que la manera de salvarnos es aislándonos del resto de la creación de Dios. No obstante, lo único que podemos derivar de ello es enfermedades, sufrimientos, pérdidas y muerte. Esto no es lo que nuestro Padre dispone para nosotros, y no existe otra voluntad que la Suya. Unirnos a Su Voluntad es encontrar la nuestra. Y, puesto que nuestra voluntad es la Suya, es a Él a Quien debemos acudir para reconocer nuestra voluntad.
2. No hay otra voluntad que la Tuya. Y me alegro de que nada que pueda imaginarme contradiga lo que Tú quieres que yo sea. Tu Voluntad es que yo me encuentre completamente a salvo y eternamente en paz. Y comparto gustosamente Contigo, Padre mío, esa Voluntad que Tú me otorgaste como parte de mí.
Lección 328 en mente uno. (Clic)
Citas. Traición y fantasías:
La traición que el Hijo de Dios cree haber cometido sólo tuvo lugar en ilusiones, y todos sus "pecados" no son sino el producto de su propia imaginación. Su realidad es eternamente inmaculada. El Hijo de Dios no necesita ser perdonado, sino despertado. En sus sueños se ha traicionado a sí mismo, a sus hermanos y a su Dios. Mas lo que tiene lugar en sueños no tiene lugar realmente. Es imposible convencer al que sueña de que esto es así, pues los sueños son lo que son debido a la ilusión de que son reales. Sólo al despertar se libera uno completamente de ellos, pues sólo entonces resulta perfectamente evidente el hecho de que no afectaron en modo alguno la realidad y de que no la han cambiado. Las fantasías cambian la realidad. Ése es su propósito. En realidad no lo pueden hacer, pero sí pueden hacerlo en la mente que quiere que la realidad sea diferente.
T-17.I.1 (Texto, capítulo 17, apartado I párrafo 1).
EL CANTO DE ORACIÓN
La oración, el perdón, la sanación
3. LA SANACIÓN
IV. La santidad de la sanación.
7. Él viene en Mi lugar y les habla Mi Palabra. Quiero que a Mí regrese Mi cansado Hijo de sus sueños malignos al dulce abrazo de interminable Amor y perfecta paz. Mis brazos están abiertos para el Hijo que amo, quien no comprende que ha sanado, y que sus oraciones jamás han dejado de cantar su gratitud dichosa al unísono con toda la creación, en la santidad del Amor. Aquiétate un instante. Bajo los ruidos de áspera y amarga lucha y de derrota hay una Voz Que te habla de Mí. Escúchala un instante y estarás sanado. Escúchala un instante y te has salvado.
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