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sábado, 28 de agosto de 2021

Lección 240/Libro de Ejercicios de UCDM

Lección 240 en vídeo-audio



Lección 240



El miedo, de la clase que sea, no está justificado.





2. ¿Qué es la salvación?

1. La salvación es la promesa que Dios te hizo de que finalmente encontrarás el camino que conduce a Él. Y Él no puede dejar de cumplirla. Garantiza que al tiempo le llegará su fin, al igual que a todos los pensamientos que se originaron en él. La Palabra de Dios se le concede a toda mente que cree tener pensamientos separados, a fin de reemplazar, esos pensamientos de conflicto con el Pensamiento de la paz.

2. El Pensamiento de la paz le fue dado al Hijo en el mismo instante en que su mente concibió el pensamiento de la guerra. Antes de eso no había necesidad de ese Pensamiento, pues la paz se había otorgado sin opuestos y simplemente era. Una mente dividida, no obstante, tiene necesidad de curación. Y así, el Pensamiento que tiene el poder de subsanar la división pasó a formar parte de cada fragmento de la mente que seguía siendo una, pero no reconocía su unidad. Al no conocerse a sí misma, pensó que había perdido su Identidad.

3. La salvación es un des-hacer en el sentido de que no hace nada, al no apoyar el mundo de sueños y de malicia. De esta manera, las ilusiones desaparecen. Al no prestarles apoyo, deja que simplemente se conviertan en polvo. Y lo que ocultaban queda ahora revelado: un altar al santo Nombre de Dios donde Su Palabra está escrita, con las ofrendas de tu perdón depositadas ante él, y tras ellas, no mucho más allá, el recuerdo de Dios.

4. Acudamos diariamente a este santo lugar y pasemos un rato juntos. Ahí compartimos nuestro sueño final. Es éste un sueño en el que no hay pesares, pues contiene un atisbo de toda la gloria que Dios nos ha dado. En él se ve brotar la hierba, los árboles florecer y los pájaros hacer sus nidos en su ramaje. La tierra nace de nuevo desde una nueva perspectiva. La noche ya pasó, y ahora nos hemos unido en la luz.

5. Desde ahí le extendemos la salvación al mundo, pues ahí fue donde la recibimos. El himno que llenos de júbilo entonamos le proclama al mundo que la libertad ha retornado, que al tiempo casi le ha llegado su fin y que el Hijo de Dios tan sólo tiene que esperar un instante antes de que su Padre sea recordado, los sueños hayan terminado, la eternidad haya disuelto al mundo con su luz y el Cielo sea lo único que exista.





Lección 240

El miedo, de la clase que sea, no está justificado.




1. El miedo es un engaño. Da testimonio de que te has visto a ti mismo como nunca podrías ser y, por lo tanto, contemplas un mundo que no puede ser real. Ni una sola cosa en ese mundo es verdad. Sea cual sea la forma en que se manifieste, sólo da fe de tus ilusiones acerca de ti mismo. No nos dejemos engañar hoy. Somos los Hijos de Dios. El miedo no tiene cabida en nosotros, pues cada uno de nosotros es parte del Amor Mismo.

2. ¡Cuán infundados son nuestros miedos! ¿Ibas acaso a permitir que Tu Hijo sufriese? Danos fe hoy para reconocer a Tu Hijo y liberarlo. Perdonémosle hoy en Tu Nombre, para poder entender su santidad y sentir por él el amor que Tú también sientes por él.







Comentario de Jorge Pellicer.
¿Qué es la salvación?
Lecciones 231 a 240.




Citas. Instante santo:


Aún no has tenido la experiencia del instante santo. Pero la tendrás y la reconocerás con absoluta certeza. Ningún regalo de Dios se reconoce de otra manera. Puedes practicar el mecanismo del instante santo y aprender mucho de ello. Mas no puedes suplir su deslumbrante y reluciente fulgor, que literalmente te cegará sólo con que lo veas, impidiéndote ver este mundo. Y todo ello se encuentra aquí, en este mismo instante, completo, consumado y plenamente otorgado. 


T-15.II.5 (Texto, capítulo 15, apartado II párrafo 5).







PSICOTERAPIA



3. LA PRÁCTICA DE LA PSICOTERAPIA


III. La cuestión del pago. 


3. Los terapeutas de este mundo son ciertamente inútiles para la salvación del mundo. Hacen exigencias, y por tanto, no pueden dar. Los pacientes pueden pagar solamente por el intercambio de ilusiones. Esto, en verdad, tiene que exigir pago, y el costo es grande. Una relación "comprada" no puede ofrecer el único regalo por el que se consigue toda sanación. El perdón, el único sueño del Espíritu Santo, no debe tener costo. Puesto que si lo tiene, simplemente crucifica de nuevo al Hijo de Dios. ¿Puede ser esta la manera en que se le perdone? ¿Puede ser así como termine el sueño del pecado?

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