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SEXTO REPASO.
Lección 213
No soy un cuerpo. Soy libre.
1. (193) Todas las cosas son lecciones que Dios quiere que yo aprenda.
Una lección es un milagro que Dios me ofrece, en lugar de los pensamientos que concebí que me hacen daño. Lo que aprendo de Él se convierte en el modo en que me libero. Por eso elijo aprender Sus lecciones y olvidarme de las mías.
No soy un cuerpo. Soy libre.
Pues aún soy tal como Dios me creó.
Lección 213 en mente uno. (Clic).
Comentario de Jorge Pellicer.
Citas. Su felicidad:
Tú que aún no has llevado ante la luz que mora en ti toda la tenebrosidad que te has enseñado a ti
mismo, difícilmente puedes juzgar la verdad o el valor de este curso. Pero Dios no te abandonó. Y
así, dispones de otra lección que Él te envía, la cual Aquel a Quien Él se la confió aprendió ya por
cada criatura de la luz. Esta lección refulge con la gloria de Dios, pues en ella reside Su poder, que
Él gustosamente comparte con Su Hijo. Aprende lo que es Su felicidad, la cual es también la tuya.
T-14.XI.4:1-5 (Texto, capítulo 14, apartado XI, párrafo 4, oraciones 1 a 5).
PSICOTERAPIA
6. Esta comprensión es la meta final de la psicoterapia. ¿Cómo se alcanza? El terapeuta ve en el paciente todo lo que no ha perdonado en sí mismo, y de esta manera se le da otra oportunidad de mirarlo, someterlo a una nueva evaluación y perdonarlo. Cuando esto ocurre, ve cómo desaparecen sus pecados en un pasado que ya no está aquí. Hasta que lo haga, tiene que pensar que el mal lo asedia aquí y ahora. El paciente es la pantalla para la proyección de sus pecados, lo cual hace posible que se deshaga de ellos. Pero si llega a retener una mancha de pecado en lo que mira, su liberación es parcial y no será segura.
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