"... Las palabras no son más que símbolos de símbolos. Por lo tanto, están doblemente alejadas de la realidad".
Citas. Fe en lo eterno:
IV. Los obstáculos a la paz
B. El segundo obstáculo: La creencia de que el cuerpo es valioso por razón de lo que ofrece
Tener fe en lo eterno está siempre justificado, pues lo eterno es siempre benévolo, infinitamente paciente y totalmente amoroso.
Te aceptará totalmente y te colmará de paz. Pero sólo se puede unir a lo que ya está en paz dentro de ti, lo cual es tan inmortal como lo es lo eterno.
El cuerpo no puede proporcionarte ni paz ni desasosiego, ni alegría ni dolor. Es un medio, no un fin. De por sí no tiene ningún propósito, sino sólo el que se le atribuye. El cuerpo parecerá ser aquello que constituya el medio para alcanzar el objetivo que tú le asignes.
Sólo la mente puede fijar propósitos, y sólo la mente puede discernir los medios necesarios para su logro, así como justificar su uso. Tanto la paz como la culpabilidad son estados mentales que se pueden alcanzar. Y esos estados son el hogar de la emoción que los suscita, que, por consiguiente, es compatible con ellos.
T-19.IV.B. 10 (Texto, capítulo 19, apartado IV, párrafo B. 10).
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