Citas. Culpabilidad:
No hay ni un solo instante en el que el cuerpo exista en absoluto.
Es siempre algo que se recuerda o se prevé, pero nunca se puede tener una experiencia de él ahora mismo.
Sólo su pasado y su futuro hacen que parezca real. El tiempo lo controla enteramente, pues el pecado nunca se encuentra totalmente en el presente. En cualquier momento que desees podrías experimentar la atracción de la culpabilidad como dolor, y, por lo tanto, evitarías sucumbir a ella. La culpabilidad no ejerce ninguna atracción en el ahora.
Toda su atracción es imaginaria, y así, es algo en lo que se piensa en conexión con el pasado o con el futuro.
Es el plan de corrección del Espíritu Santo para des-hacer el ego y sanar la creencia en la separación. Surgió con la creación del Espíritu Santo luego de la separación.
Expiar es des-hacer. El mundo de ilusión nos convoca en todo momento a hacer, a la acción. El Espíritu Santo nos convoca a no-hacer que es lo mismo que des-hacer la ilusión. Nuestra única responsabilidad como estudiantes de Un Curso de Milagros es aceptar la Expiación para nosotros mismos, es decir des-hacer el error de que estamos separados del Padre. Todo conflicto, todo desasosiego proviene de una idea equivocada de estar separados del Padre. Si Expiamos ese error, recobraremos nuestro estado natural de dicha, paz y armonía. La Expiación se vale del perdón para des-hacer la ilusión de separación que tanta culpabilidad nos ha generado.
2. Es necesario que el maestro de Dios se dé cuenta, no de que no debe juzgar, sino de que no puede.
T-18.VII.3 (Texto, capítulo 18, apartado VII, párrafo 3).
* Expiación:
Es el plan de corrección del Espíritu Santo para des-hacer el ego y sanar la creencia en la separación. Surgió con la creación del Espíritu Santo luego de la separación.
Expiar es des-hacer. El mundo de ilusión nos convoca en todo momento a hacer, a la acción. El Espíritu Santo nos convoca a no-hacer que es lo mismo que des-hacer la ilusión. Nuestra única responsabilidad como estudiantes de Un Curso de Milagros es aceptar la Expiación para nosotros mismos, es decir des-hacer el error de que estamos separados del Padre. Todo conflicto, todo desasosiego proviene de una idea equivocada de estar separados del Padre. Si Expiamos ese error, recobraremos nuestro estado natural de dicha, paz y armonía. La Expiación se vale del perdón para des-hacer la ilusión de separación que tanta culpabilidad nos ha generado.
MANUAL DEL MAESTRO
10. ¿Cómo se deja de juzgar?
10. ¿Cómo se deja de juzgar?
Al renunciar a los juicios, renuncia simplemente a lo que nunca tuvo. Renuncia a una ilusión; o mejor dicho, tiene la ilusión de renunciar a algo.
En realidad, simplemente se ha vuelto más honesto.
Al reconocer que nunca le fue posible juzgar, deja de intentarlo.
Esto no es un sacrificio. Por el contrario, se pone en una posición en la que el juicio puede tener lugar a través de él en lugar de ser algo que él emite por su cuenta.
Y este juicio no es ni "bueno" ni "malo".
Es el único juicio que existe, y es sólo uno: "El Hijo de Dios es inocente y el pecado no existe".
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