Citas. Instante santo y conciencia:
Limítate simplemente a hacer la pregunta. La respuesta se te dará. No trates de contestarla; trata
simplemente de recibir la respuesta tal como se te dé. Al prepararte para el instante santo, no
intentes hacerte santo de antemano a fin de estar listo para él.
Eso sería confundir tu papel con el de
Dios. La Expiación no puede llegarles a los que piensan que primero tienen que expiar, sino sólo a
aquellos que simplemente le ofrecen su buena voluntad para de este modo hacer posible su llegada.
La purificación es algo que es únicamente propio de Dios, y, por lo tanto, es para ti. En vez de tratar
de prepararte para Él, trata de pensar de esta manera: Yo que soy anfitrión de Dios, soy digno de Él.
Aquel que estableció Su morada en mí la creó como Él quiso que fuese. No es necesario que yo la
prepare para Él, sino tan sólo que no interfiera en Su plan para reinstaurar en mí la conciencia de
que estoy listo, estado éste que es eterno. No tengo que añadir nada a Su plan. Mas para aceptarlo,
tengo que estar dispuesto a no substituirlo por el mío.
T-18.IV.5 (Texto, capítulo 18, apartado IV, párrafo 5).
MANUAL DEL MAESTRO
6. ¿Tiene siempre lugar la curación?
6. ¿Tiene siempre lugar la curación?
El maestro de Dios ha visto la corrección de sus propios errores en la mente del paciente, al reconocerla como lo que es. Al haber aceptado la Expiación para sí mismo, también la ha aceptado para el paciente.
¿Qué ocurre, sin embargo, cuando el paciente usa la enfermedad como una forma de vida, creyendo que la curación es el camino a la muerte? Cuando esto ocurre, una curación repentina podría ocasionar una aguda depresión y una sensación de pérdida tan profunda, que el paciente podría incluso tratar de destruirse a sí mismo. No teniendo nada por lo que vivir, podría incluso pedir la muerte. Por su propio bien, pues, la curación tiene que esperar.
Enlace a la Lección del día
Reinicio
A quienes quieran recordar el inicio de esta aventura dirigida al cambio del sistema de pensamiento:
Conversación con Marta Salvat
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