Olga Castellá |
A Olga le precedía su fama de mujer viajera y vital. Su vida le recompensó doblemente: David y Pablo, dos ángeles, dos diablillos, Zipi y Zape, motivo de alegría y de vivir la vida. Emprendedora, inteligente y de bondad infinita, le agradezco sus ganas de compartir y me sonrojo, de nuevo, con sus piropos.
La vida es un constante aprendizaje
Consciencia = Aprendizaje.
Crecemos y tomamos consciencia tras las experiencias más duras de las vidas: Desengaños, pérdidas de seres queridos, cambios bruscos en la vida, falta de salud, esos momentos que nos hunden para luego hacernos resurgir con más fuerza, vitalidad y sabiduría.
La aceptación, el amor, el dejar fluir, la compasión, la empatía, dones con los que uno nace o que aprende gracias a la vida y sus experiencias.
El universo a veces conspira en contra, eso creemos, pero si te dejas sorprender casi siempre tiene mejores planes.
Ponerte en el lugar del otro, sin juzgar, aceptar el brillo de las almas grandes y ser humilde para aprender de ellas, aprender a amarse a uno mismo, el vivir el momento.
Pablo, Olga, David |
Para ti Eduardo:
Admiro tu bondad, nobleza, inteligencia, aceptación, humor, consciencia, incluso tus silencios hablan. Transmites cariño, serenidad y amor. Tu alma y la de Merche son grandes almas; gracias por estar en mi camino, por apoyarme incluso cuando yo ni me soportaba, sigo aprendiendo y espero lograr la máxima consciencia. Gracias.
Olga Castellá |
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