5º aniversario / Maeba / Conciencia y Reiki

Maeba

A Maeba le agradezco que, desde su especial estado evolutivo, haya querido compartir el sencillo y profundo significado de su experiencia con Reiki, de la energía sanadora universal, del amor.

Conciencia y Reiki

En ese instante previo, ese momento especial que dedicamos para prepararnos para una sesión de Reiki, buscamos ese estado en el que somos todo amor y a lo único que aspiramos es a no hacer nada.

Ser observadores amorosos y nada más. No buscamos el resultado, el logro, llenarnos de orgullo y vanidad. Solo sentirnos humildes y conectados en amorosa unidad. Una unión que nos lleva a servir, agradecidos de la experiencia que se nos brinda de amar. Nuestro único afán persigue solo el recibir para dar, sin albergar intención alguna. Ni siquiera la tan loable de curar, de sanar. Porque solo somos un canal que la luz atraviesa y corre presta a cumplir su función, que solo ella misma en su sabiduría conoce. 

No es nuestra la proeza, nosotros no hacemos nada, solo nos prestamos con inmenso amor, a ser mediadores impasibles y entregados, a la labor de dar lo que el cielo entrega.

Observadores admirados de los dones del cielo, de un universo que se abre ante nosotros amable, para obrar el milagro, la sanación. Nos dejamos llevar, sin juzgar, sin pensar, sin analizar el porqué de las cosas. Es solo la luz, en su presencia la que se organiza, se moviliza al son de una música que desconocemos. Que nos lleva en un baile maravilloso para disfrutar de la vida, del momento sin pensar.

Acostumbrados como estamos siempre a analizar, controlar y razonar, nos resulta difícil dejarnos llevar, no juzgar, no pensar. Entrar en ese movimiento que el cielo dispone. Hacernos herramientas de una sabiduría que nos supera, que va más allá de la lógica. Pero que sin nuestra amorosa y desinteresada colaboración no podría actuar.

Y es que precisa de nuestro amor terrenal para poderse expresar, llegar a nuestros corazones, para podernos guiar en la incertidumbre, abrirnos puertas, nuevos caminos y ayudarnos a sanar. Para seguir en el sendero de la vida que nos lleva aquí y allá y a veces nos hace zozobrar. 

Con amor, Maeba.