Olga Castellá |
A Olga le precedía su fama de mujer viajera y vital. Su vida le recompensó doblemente: David y Pablo, dos ángeles, dos diablillos, Zipi y Zape, motivo de alegría y de vivir la vida. Emprendedora, inteligente y de bondad infinita, le agradezco sus ganas de compartir y me sonrojo, de nuevo, con sus piropos.