Patrizia Laquidara / Noite Luar
A Selu.
Citas. El ataque:
LA GUERRA CONTRA TI MISMO
III. Salvación sin transigencias
Si es cierto que el ataque en cualquiera de sus formas te hará daño, y que te hará tanto daño como lo harían cualquiera de las formas que sí reconoces, entonces se puede concluir que no siempre reconoces la fuente del dolor.
Cualquier forma de ataque es igualmente destructiva. Su propósito es siempre el mismo. Su única intención es asesinar, y ¿qué forma de asesinato puede encubrir la inmensa culpabilidad y el terrible temor a ser castigado que el asesino no puede por menos que sentir?
Puede que niegue ser un asesino y que justifique su infamia con sonrisas mientras la comete.
Sin embargo, sufrirá y verá sus intenciones en pesadillas en las que las sonrisas habrán desaparecido, y en las que su propósito sale al encuentro de su horrorizada conciencia para seguir acosándolo.
Pues nadie que piense en asesinar puede escaparse de la culpabilidad que dicho pensamiento conlleva. Si la intención del ataque es la muerte, ¿que importa qué forma adopte?
T-23. III.1 (Texto, capítulo 23, apartado III, párrafo 1).
Enlace a la Lección del día:
Lección 315/Libro de Ejercicios de UCDM (clic)
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