El acá y el allá
Cuando el acá y el allá, riman cual poesía, cual haiku, observamos que el hilo que nos une es tan fino que llega a ser imperceptible, haciendo que la duda desde nuestro traje de terrícolas se deshaga en un amasijo de creencias, emociones y necesidades...
Observándolo solo queda el más allá, contemplando el más acá del que hablamos.
Allá, acá; tú, yo; blanco, negro; día y noche... miles de dicotomías que nos separan de lo que verdaderamente somos, seres de luz aprendiendo, compartiendo desde la igualdad del infinito, amando y agradeciendo poder vivir la aventura nuevamente.
Gracias, por abrazar los más acás... los más allá, gracias por abrazarte en un simbolismo de abrazar al mundo y a todos los seres que lo habitamos.
Namasté.
Encarna
Cuando el acá y el allá, riman cual poesía, cual haiku, observamos que el hilo que nos une es tan fino que llega a ser imperceptible, haciendo que la duda desde nuestro traje de terrícolas se deshaga en un amasijo de creencias, emociones y necesidades...
Observándolo solo queda el más allá, contemplando el más acá del que hablamos.
Allá, acá; tú, yo; blanco, negro; día y noche... miles de dicotomías que nos separan de lo que verdaderamente somos, seres de luz aprendiendo, compartiendo desde la igualdad del infinito, amando y agradeciendo poder vivir la aventura nuevamente.
Gracias, por abrazar los más acás... los más allá, gracias por abrazarte en un simbolismo de abrazar al mundo y a todos los seres que lo habitamos.
Namasté.
Encarna
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