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viernes, 4 de febrero de 2022

Vida después de la vida / Rosa Gómez Casañ





Vida después de la vida

Recientemente hemos hablado del proceso de morir y todo lo que implica, pero no abordamos qué ocurre en la otra vida una vez hemos completado el proceso de regresar a la Luz que es lo que me propongo hacer ahora.



Una vez hemos completado nuestro regreso a la Luz, lo primero que el alma necesita es descansar, porque la vida en la materia es bastante agotadora, así que llegaremos a una especie de balneario donde el alma tendrá la oportunidad de recuperar fuerzas y con ello claridad, la cual vamos a necesitar en el siguiente paso del proceso.
Nuestra siguiente parada es nuestro juicio. Tranquilos que Dios NO nos va juzgar, sino que será nuestra propia alma quien lo hará, pero lo hará con toda la información de lo que se había propuesto en el plan de alma que hicimos antes de encarnar, con total claridad sobre qué aprendizajes nos habíamos propuesto en la vida que acabamos de dejar y también con una revisión de todo lo que ha sido nuestra vida así como las asignaturas pendientes de encarnaciones anteriores. Ahí veremos por nosotros mismos si hemos logrado realizar o no los aprendizajes que nos habíamos propuesto y si es o no necesario volver a encarnar para completarlos. 

Pongamos un ejemplo: me propuse alcanzar el nivel de integrales en matemáticas, si lo he alcanzado con soltura, el aprendizaje está completado y no necesito volver a encarnar o quizá sí si quiero lograr un mayor nivel, pero si sólo logré llegar a las cuatro reglas es evidente que necesitaré volver a encarnar para terminar mi aprendizaje. 
Evidentemente hay aprendizajes de nivel espiritual en lo que el alma planeó, como el desapego, aprender a poner límites, el amor incondicional, etcétera.

Si no es necesario que vuelva a reencarnar porque me he liberado de todo el karma (aprendizaje), tengo dos opciones: una es no reencarnar más y ayudar a otros seres humanos como ayudante espiritual, es decir, ayudar a una persona encarnada o que va a reencarnar en sus procesos materiales desde este otro plano. La otra opción es volver a reencarnar para ayudar a los demás a que completen sus aprendizajes. Una vez completado este paso el alma ya no tendrá preguntas o si las tiene recibirán pronta respuesta al gozar plenamente del amor del Creador donde el alma será colmada en su propia medida, así que nadie se sentirá carente.

Nuestra siguiente parada es la escuela de almas donde repasamos las materias con maestros espirituales y con los ángeles. Aquí podemos pasar más o menos tiempo.

Finalmente, si vamos a reencarnar el alma tiene que trazar un plan, y su plan alternativo, de lo que quiere hacer en la materia. Esto lo hará ayudado por los ángeles y trazando el plan de acuerdo con otras almas encarnadas o no (recuerda que en la eternidad el tiempo es simultáneo, no sucesivo). Aquí se fijarán los objetivos de esta nueva encarnación.

A partir de aquí comienza ya el plano de la reencarnación y, por tanto, el reingreso del alma en la materia. En este punto ya no se puede conectar con el alma de la persona fallecida, porque ya está en nuestro mismo plano. Hasta llegar aquí era posible conectar con el alma de la persona fallecida o su propia alma podía hacernos llegar mensajes o ayuda.

Y supongo que te estarás preguntando cuánto tiempo terrestre puede durar todo esto. Pues es muy variable, porque el alma puede entrar en el plano de la reencarnación casi inmediatamente una vez transcurrido el plazo de 72 horas tras la muerte o bien pueden pasar bastantes años terrestres. 
El tiempo en la eternidad es completamente diferente a cómo lo conocemos nosotros y 100 años en este otro plano “son como un ayer que pasó”.

Rosa Gómez Casañ

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