Citas. Seguir al Espíritu Santo:
Parece como si desde el mundo de los cuerpos, al que la demencia dio lugar, se le devolvieran a la mente que lo concibió, mensajes descabellados.
Y esos mensajes dan testimonio de dicho mundo, y lo proclaman real. Pues tú enviaste a esos mensajeros para que te trajesen esos mensajes. De lo único que dichos mensajes te hablan es de cosas externas. No hay mensaje que hable de lo que está subyacente, pues el cuerpo no podría hablar de ello. Sus ojos no lo pueden percibir, sus sentidos siguen siendo completamente inconscientes de ello y su lengua no puede transmitir sus mensajes.
Pero Dios puede llevarte hasta allí, si estás dispuesto a seguir al Espíritu Santo a través del aparente terror, confiando en que Él no te abandonará ni te dejará allí. Pues Su propósito no es atemorizarte, aunque el tuyo lo sea. Te sientes seriamente tentado de abandonar al Espíritu Santo al primer roce con el anillo de temor, pero Él te conducirá sano y salvo a través del temor y más allá de él.
5. La lección fundamental es siempre ésta: el cuerpo se convertirá para ti en aquello para lo que lo uses.
Lección 36 /Libro de Ejercicios de UCDM (clic).
T-18.IX.3 (Texto, capítulo 18, apartado IX, párrafo 3).
MANUAL DEL MAESTRO
12. ¿Cuántos maestros de Dios se necesitan para salvar al mundo?
12. ¿Cuántos maestros de Dios se necesitan para salvar al mundo?
5. La lección fundamental es siempre ésta: el cuerpo se convertirá para ti en aquello para lo que lo uses.
Úsalo para pecar o para atacar, que es lo mismo, y lo verás como algo pecaminoso. Al ser algo pecaminoso es débil, y al ser débil, sufre y muere.
Úsalo para llevar la Palabra de Dios a aquellos que no la han oído, y el cuerpo se vuelve santo. Al ser santo no puede enfermar ni morir.
Cuando deja de ser útil, se deja a un lado. Eso es todo. La mente toma esta decisión, así como todas las que son responsables de la condición del cuerpo.
El maestro de Dios, no obstante, no toma esta decisión por su cuenta. Hacer eso sería conferirle al cuerpo un propósito distinto del que lo mantiene santo.
La Voz de Dios le dirá cuándo ha llevado a término su cometido, tal como le dice cuál es su función. Mas él no sufre, tanto si se va como si se queda. Ahora es imposible que pueda enfermar.
Enlace a la Lección del día
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