Citas. Luz y obscuridad:
Se te ha dicho también que el error tiene que ser corregido allí donde se originó.
Lo que el Espíritu Santo necesita, por lo tanto, es esa diminuta parte de ti, el insignificante pensamiento que parece estar separado y desconectado.
El resto está completamente al cuidado de Dios y no necesita guía. Pero ese pensamiento descabellado e ilusorio necesita ayuda porque, en su demencia, cree que él es el Hijo de Dios, completo en sí mismo y omnipotente, único gobernante del reino que estableció aparte para forzarlo, mediante la locura, a la obediencia y a la esclavitud.
Ésa es la pequeña parte que crees haberle robado al Cielo. ¡Devuélvesela! El Cielo no la ha perdido, pero tú has perdido de vista al Cielo.
Deja que el Espíritu Santo la saque del desolado reino donde tú la confinaste, rodeada de tinieblas, protegida por el ataque y reforzada por el odio. Dentro de sus barricadas todavía se encuentra un diminuto segmento del Hijo de Dios, completo y santo, sereno y ajeno a lo que tú crees que le rodea.
4. Lo que convierte a los maestros de Dios en maestros es su reconocimiento del verdadero propósito del cuerpo.
Lección 35 /Libro de Ejercicios de UCDM (clic).
T-18.IX.1 (Texto, capítulo 18, apartado IX, párrafo 1).
MANUAL DEL MAESTRO
12. ¿Cuántos maestros de Dios se necesitan para salvar al mundo?
12. ¿Cuántos maestros de Dios se necesitan para salvar al mundo?
A medida que avanzan en su profesión, se afianzan más y más en la certeza de que la función del cuerpo no es otra que la de permitir que la Voz de Dios hable a través de ellos a otros oídos humanos. Estos oídos llevarán a la mente del oyente mensajes que no son de este mundo, y la mente entenderá debido a su Origen.
Como resultado de este entendimiento, este nuevo maestro de Dios reconocerá cuál es el verdadero propósito del cuerpo: la única utilidad que realmente tiene.
Esta lección basta para dejar que entre el pensamiento de unidad, y lo que es uno se reconoce como uno.
Los maestros de Dios parecen compartir la ilusión de la separación, pero por razón del uso que hacen del cuerpo, no creen en la ilusión a pesar de las apariencias.
Enlace a la Lección del día
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