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Lección 295
El Espíritu Santo ve hoy a través de mí.
8. ¿Qué es el mundo real?
1. El mundo real es un símbolo, como todo lo demás que la percepción ofrece. No obstante, es lo opuesto a lo que tú fabricaste. Ves tu mundo a través de los ojos del miedo, lo cual te trae a la mente los testigos del terror. El mundo real sólo lo pueden percibir los ojos que han sido bendecidos por el perdón, los cuales, consecuentemente, ven un mundo donde el terror es imposible y donde no se puede encontrar ningún testigo del miedo.
2. El mundo real te ofrece una contrapartida para cada pensamiento de infelicidad que se ve reflejado en tu mundo, una corrección segura para las escenas de miedo y los clamores de batalla que pueblan tu mundo. El mundo real muestra un mundo que se contempla de otra manera: a través de ojos serenos y de una mente en paz. Allí sólo hay reposo. No se oyen gritos de dolor o de pesar, pues allí nada está excluido del perdón. Y las escenas que se ven son apacibles, pues sólo escenas y sonidos felices pueden llegar hasta la mente que se ha perdonado a sí misma.
3. ¿Qué necesidad tiene dicha mente de pensamientos de muerte, asesinato o ataque? ¿De qué puede sentirse rodeada sino de seguridad, amor y dicha? ¿Qué podría haber que ella quisiese condenar? ¿Y contra qué querría juzgar? El mundo que ve emana de una mente que está en paz consigo misma. No ve peligro en nada de lo que contempla, pues es bondadosa, y lo único que ve es bondad.
4. El mundo real es el símbolo de que al sueño de pecado y culpabilidad le ha llegado su fin y de que el Hijo de Dios ha despertado. Y sus ojos, abiertos ahora, perciben el inequívoco reflejo del Amor de su Padre, la infalible promesa de que ha sido redimido. El mundo real representa el final del tiempo, pues cuando se percibe, el tiempo deja de tener objeto.
5. El Espíritu Santo no tiene necesidad del tiempo una vez que éste ha servido el propósito que Él le había asignado. Ahora espera un sólo instante más para que Dios dé el paso final y el tiempo desaparezca llevándose consigo la percepción y dejando solamente a la verdad para que sea tal como es. Ese instante es nuestro objetivo, pues en él yace el recuerdo de Dios. Y al contemplar un mundo perdonado, Él es Quien nos llama y nos viene a buscar para llevarnos a casa, recordándonos nuestra Identidad, la cual nos ha sido restituida mediante nuestro perdón.
Lección 295
El Espíritu Santo ve hoy a través de mí.
1. Hoy Cristo pide valerse de mis ojos para así redimir al mundo. Me pide este regalo para poder ofrecerme paz mental y eliminar todo terror y pesar. Y a medida que se me libra de éstos, los sueños que parecían envolver al mundo desaparecen. La redención es una. Al salvarme yo, el mundo se salva conmigo. Pues todos tenemos que ser redimidos juntos. El miedo se presenta en múltiples formas, pero el amor es uno.
2. Padre mío, Cristo me ha pedido un regalo, regalo éste que doy para que se me dé a mí. Ayúdame a usar los ojos de Cristo hoy, y permitir así que el Amor del Espíritu Santo bendiga todo cuanto contemple, de modo que la compasión de Su Amor pueda descender sobre mí.
Lección 295 en mente uno. (Clic)
Comentario de Jorge Pellicer.
¿Qué es el mundo real?
Lecciones 291 a 300.
Citas. Respuesta de Dios:
... el Espíritu Santo es parte de ti. Al haber sido
creado por Dios, Él no ha abandonado ni a Dios ni a Su creación. Él es a la vez Dios y tú, del
mismo modo en que tú eres a la vez Dios y Él. Pues la Respuesta de Dios a la separación te aportó
más que lo que tú trataste de llevarte contigo. Él te protegió tanto a ti como a tus creaciones, al
mantener unido a ti lo que tú quisiste excluir. Y tus creaciones ocuparán el lugar de lo que tú
admitiste para reemplazarlas. Tus creaciones son muy reales, pues forman parte del Ser que
desconoces. Se comunican contigo a través del Espíritu Santo, y, para que aprendas a enseñar lo que
eres, te ofrecen gustosamente su poder y gratitud por su creación a ti que eres su hogar. Tú que eres
anfitrión de Dios lo eres también de ellas. Pues nada real ha abandonado jamás la mente de su
creador. Y lo que no es real nunca estuvo en ella.
T-16.III.5 (Texto, capítulo 16, apartado III, párrafo 5).
EL CANTO DE ORACIÓN
La oración, el perdón, la sanación
2. EL PERDÓN
II. El perdón-para-destruir.
7. ¿Qué le mostrarías a tu hermano? ¿Intentarías reforzar su culpa y así también la tuya? El perdón es el medio para tu escape. Cuán lastimoso es hacer de él un medio para más esclavitud y dolor. En el mundo de los opuestos hay una manera de utilizar el perdón para la meta de Dios, y encontrar la paz que Él te ofrece. No tomes otra cosa, o has buscado tu muerte y orado por tu separación de tu Ser. Cristo es para todos porque está en todos. Es Su rostro lo que el perdón te permite ver. Es en Su rostro en el que ves el tuyo.
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