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miércoles, 20 de octubre de 2021

Lección 293/Libro de Ejercicios de UCDM

Lección 293 en vídeo-audio



Lección 293



El miedo ya se acabó y lo único que hay aquí es amor.





8. ¿Qué es el mundo real?

1. El mundo real es un símbolo, como todo lo demás que la percepción ofrece. No obstante, es lo opuesto a lo que tú fabricaste. Ves tu mundo a través de los ojos del miedo, lo cual te trae a la mente los testigos del terror. El mundo real sólo lo pueden percibir los ojos que han sido bendecidos por el perdón, los cuales, consecuentemente, ven un mundo donde el terror es imposible y donde no se puede encontrar ningún testigo del miedo.

2. El mundo real te ofrece una contrapartida para cada pensamiento de infelicidad que se ve reflejado en tu mundo, una corrección segura para las escenas de miedo y los clamores de batalla que pueblan tu mundo. El mundo real muestra un mundo que se contempla de otra manera: a través de ojos serenos y de una mente en paz. Allí sólo hay reposo. No se oyen gritos de dolor o de pesar, pues allí nada está excluido del perdón. Y las escenas que se ven son apacibles, pues sólo escenas y sonidos felices pueden llegar hasta la mente que se ha perdonado a sí misma.

3. ¿Qué necesidad tiene dicha mente de pensamientos de muerte, asesinato o ataque? ¿De qué puede sentirse rodeada sino de seguridad, amor y dicha? ¿Qué podría haber que ella quisiese condenar? ¿Y contra qué querría juzgar? El mundo que ve emana de una mente que está en paz consigo misma. No ve peligro en nada de lo que contempla, pues es bondadosa, y lo único que ve es bondad.

4. El mundo real es el símbolo de que al sueño de pecado y culpabilidad le ha llegado su fin y de que el Hijo de Dios ha despertado. Y sus ojos, abiertos ahora, perciben el inequívoco reflejo del Amor de su Padre, la infalible promesa de que ha sido redimido. El mundo real representa el final del tiempo, pues cuando se percibe, el tiempo deja de tener objeto.

5. El Espíritu Santo no tiene necesidad del tiempo una vez que éste ha servido el propósito que Él le había asignado. Ahora espera un sólo instante más para que Dios dé el paso final y el tiempo desaparezca llevándose consigo la percepción y dejando solamente a la verdad para que sea tal como es. Ese instante es nuestro objetivo, pues en él yace el recuerdo de Dios. Y al contemplar un mundo perdonado, Él es Quien nos llama y nos viene a buscar para llevarnos a casa, recordándonos nuestra Identidad, la cual nos ha sido restituida mediante nuestro perdón.





Lección 293

El miedo ya se acabó y lo único que hay aquí es amor.




1. El miedo ya se acabó porque su fuente ha desaparecido, y con ella, todos sus pensamientos desaparecieron también. El amor sigue siendo el único estado presente, cuya Fuente está aquí para siempre. ¿Cómo iba a parecerme el mundo claro y diáfano, seguro y acogedor, cuando todos mis errores pasados lo oprimen y me muestran manifestaciones distorsionadas de miedo? Mas en el presente el amor es obvio y sus efectos evidentes. El mundo entero resplandece en el reflejo de su santa luz, y por fin percibo un mundo perdonado.

2. Padre no permitas que Tu santo mundo me pase desapercibido hoy, ni que mis oídos sean sordos a todos los himnos de gratitud que el mundo entona bajo los sonidos del miedo. Hay un mundo real que el presente mantiene a salvo de todos los errores del pasado. Y éste es el único mundo que quiero tener ante mis ojos hoy.




Lección 293 en mente uno. (Clic)





Comentario de Jorge Pellicer.
¿Qué es el mundo real?
Lecciones 291 a 300.



Citas.  Enseñar:


Ya hemos aprendido que todo el mundo enseña, y que enseña continuamente. Es posible que hayas enseñado bien, pero que no hayas aprendido a aceptar el bienestar que te produce enseñar. Si examinases lo que has enseñado, y cuán ajeno es a lo que creías saber, no podrías por menos que darte cuenta de que tu Maestro tuvo que proceder de más allá de tu sistema de pensamiento. Por lo tanto, Él pudo verlo objetivamente y percibir que no era cierto. Tuvo que haber hecho eso basándose en un sistema de pensamiento muy diferente, que no tiene nada en común con el tuyo. Pues ciertamente lo que Él ha enseñado y lo que tú has enseñado a través de Él, no tiene nada en común con lo que tú enseñabas antes de que Él llegase. Y como resultado de ello, has llevado paz allí donde antes había dolor, y el sufrimiento ha desaparecido para ser reemplazado por la alegría.

T-16.III.1 (Texto, capítulo 16, apartado III, párrafo 1).




EL CANTO DE ORACIÓN


La oración, el perdón, la sanación

2. EL PERDÓN

II. El perdón-para-destruir.

5. El perdón-para-destruir con frecuencia se esconderá tras un manto como este. Muestra el rostro del sufrimiento y el dolor, como prueba silenciosa de la culpa y los estragos del pecado. Tal es el testimonio que le ofrece a alguien que podría ser salvador, y no enemigo. Pero una vez que ha sido convertido en enemigo, tiene que aceptar la culpa y el pesado reproche que de esta manera se ha descargado sobre él. ¿Es esto amor? ¿O se trata más bien de una traición a aquel que necesita que lo salven del dolor de la culpa? ¿Cuál podría ser el propósito excepto mantener a los testigos de la culpa alejados del amor?

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