Citas. La creencia en el pecado:
LA VISIÓN DE LA SANTIDAD
III. El pecado como ajuste
Y un ajuste es un cambio: una alteración en la percepción, o la creencia de que lo que antes era de una manera ahora es distinto.
Cada ajuste es, por lo tanto, una distorsión, y tiene necesidad de defensas que lo sostengan en contra de la realidad.
El conocimiento no requiere ajustes, y, de hecho, se pierde si se lleva a cabo cualquier cambio o alteración, pues eso lo reduce de inmediato a ser simplemente una percepción: una forma de ver en la que se ha dejado de tener certeza y donde se ha infiltrado la duda. En esta condición deficiente es necesario hacer ajustes porque la condición en sí no es verdad. ¿Quién necesita ajustarse a la verdad, si para ser entendida ésta sólo apela a lo que uno es?
5. ¿Quiere decir esto que el maestro de Dios no debe creer en la reencarnación, ni discutirla con otros que sí creen en ella? ¡Por supuesto que no! Si él cree en la reencarnación, sería un error que renunciase a su creencia a menos que su Maestro interno así se lo aconsejase. Y eso es muy poco probable. Es posible que se le indique que está haciendo un mal uso de la creencia, de tal manera que ello resulta perjudicial tanto para el progreso de su alumno como para el suyo propio. En ese caso se le recomendaría una re-interpretación, puesto que ésta sería necesaria. Lo único que se tiene que reconocer, no obstante, es que el nacimiento no fue el principio y que la muerte no es el final. Mas ni siquiera esto se requiere del principiante. Él sólo necesita aceptar la idea de que lo que sabe no es necesariamente todo lo que es posible aprender. Su jornada habrá comenzado.
T-20.III.1 (Texto, capítulo 20, apartado III, párrafo 1).
MANUAL DEL MAESTRO
24. ¿Existe la reencarnación?
Enlace a la Lección del día.
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