Lección 363 en audio-vídeo/Lina Custode |
Lección 363
LECCIONES FINALES
Lecciones 361-365
Te entrego este instante santo. Sé Tú Quien dirige, pues quiero simplemente seguirte, seguro de que Tu dirección me brindará paz.
1. Y si necesito una palabra de aliento, Él me la dará. Si necesito un pensamiento, Él me lo dará también. Y si lo que necesito es quietud y una mente receptiva y serena, ésos serán los regalos que de Él recibiré. Él está a cargo a petición mía. Y me oirá y contestará porque Él habla en Nombre de Dios mi Padre y de Su santo Hijo.
Lección 363 en mente uno. (Clic)
Citas. La luz:
La luz se encuentra en ti. La obscuridad puede envolverla, pero no puede extinguirla.
T-18.III.1:7 (Texto, capítulo 18, apartado III, párrafo 1, oración 7).
La luz se encuentra en ti. La obscuridad puede envolverla, pero no puede extinguirla.
T-18.III.1:7 (Texto, capítulo 18, apartado III, párrafo 1, oración 7).
MANUAL DEL MAESTRO
5. ¿Cómo se logra la curación?
1. Para que la curación pueda tener lugar, es necesario que se entienda el propósito de la ilusión de
la enfermedad. Sin ese entendimiento la curación es imposible.
I. El propósito de la enfermedad
1. La curación se logra en el instante en que el enfermo deja de atribuirle valor al dolor.
II. Un cambio de percepción
1. La curación es directamente proporcional al grado de reconocimiento alcanzado con respecto a la falta de valor de la enfermedad. Sólo con decir: "Con esto no gano nada" uno se curaría. Pero antes de uno poder decir esto, es preciso reconocer ciertos hechos. En primer lugar, resulta obvio que las decisiones son algo propio de la mente, no del cuerpo. Si la enfermedad no es más que un enfoque defectuoso de solventar problemas, tiene que ser entonces una decisión. Y si es una decisión, es la mente, y no el cuerpo, la que la toma. La resistencia a reconocer este hecho es enorme, ya que la existencia del mundo tal como lo percibes depende de que sea el cuerpo el que toma las decisiones. Términos tales como "instintos", "reflejos" y otros similares, representan intentos de dotar al cuerpo con motivadores no mentales. En realidad, tales términos no hacen más que enunciar o describir el problema, pero no lo resuelven.
1. La curación es directamente proporcional al grado de reconocimiento alcanzado con respecto a la falta de valor de la enfermedad. Sólo con decir: "Con esto no gano nada" uno se curaría. Pero antes de uno poder decir esto, es preciso reconocer ciertos hechos. En primer lugar, resulta obvio que las decisiones son algo propio de la mente, no del cuerpo. Si la enfermedad no es más que un enfoque defectuoso de solventar problemas, tiene que ser entonces una decisión. Y si es una decisión, es la mente, y no el cuerpo, la que la toma. La resistencia a reconocer este hecho es enorme, ya que la existencia del mundo tal como lo percibes depende de que sea el cuerpo el que toma las decisiones. Términos tales como "instintos", "reflejos" y otros similares, representan intentos de dotar al cuerpo con motivadores no mentales. En realidad, tales términos no hacen más que enunciar o describir el problema, pero no lo resuelven.
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