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sábado, 4 de diciembre de 2021

Lección 338/Libro de Ejercicios de UCDM

Lección 338 en audio-vídeo/Lina Custode



Lección 338


Sólo mis propios pensamientos pueden afectarme.



12. ¿Qué es el ego?

1. El ego no es otra cosa que idolatría; el símbolo de un yo limitado y separado, nacido en un cuerpo, condenado a sufrir y a que su vida acabe en la muerte. Es la “voluntad” que ve a la Voluntad de Dios como su enemigo, y que adopta una forma en que Ésta es negada. El ego es la “prueba” de que la fuerza es débil y el amor temible, la vida en realidad es la muerte y sólo lo que se opone a Dios es verdad.

2. El ego es demente. Lleno de miedo, cree alzarse más allá de lo Omnipresente, aparte de la Totalidad y separado de lo Infinito. En su demencia cree también haber vencido a Dios Mismo. Y desde su terrible autonomía “ve” que la Voluntad de Dios ha sido destruida. Sueña con el castigo y tiembla ante las figuras de sus sueños: sus enemigos, que andan tras él queriendo asesinarlo antes de que él pueda proteger su seguridad atacándolos primero.

3. El Hijo de Dios no tiene ego. ¿Qué puede saber él de la locura o de la muerte de Dios, cuando mora en Él? ¿Qué puede saber de penas o de sufrimientos, cuando vive en una dicha eterna? ¿Qué puede saber del miedo o del castigo, del pecado o de la culpabilidad, del odio o del ataque, cuando lo único que le rodea es paz eterna, por siempre imperturbable y libre de todo conflicto, en la tranquilidad y silencio más profundos?

4. Conocer la realidad significa no ver al ego ni a sus pensamientos, sus obras o actos, sus leyes o creencias, sus sueños o esperanzas, así como tampoco los planes que tiene para su propia salvación y el precio que hay que pagar por creer en él. Desde el punto de vista del sufrimiento, el precio que hay que pagar por tener fe en él es tan inmenso que la ofrenda que se hace a diario en su tenebroso santuario es la crucifixión del Hijo de Dios. Y la sangre no puede sino correr ante el altar donde sus enfermizos seguidores se preparan para morir.

5. Una sola azucena de perdón, no obstante, puede transformar la obscuridad en luz y el altar a las ilusiones en el templo a la Vida Misma. Y la paz se les restituirá para siempre a las santas mentes que Dios creó como Su Hijo, Su morada, Su dicha y Su amor, completamente Suyas, y completamente unidas a Él.



Lección 338

Sólo mis propios pensamientos pueden afectarme.




1. Con este pensamiento basta para dejar que la salvación arribe a todo el mundo. Pues es el pensamiento mediante el cual todo el mundo por fin se libera del miedo. Ahora cada uno ha aprendido que nadie puede atemorizarlo, y que nada puede amenazar su seguridad. No tiene enemigos, y está a salvo de todas las cosas externas. Sus pensamientos pueden asustarlo, pero, puesto que son sus propios pensamientos, él tiene el poder de cambiarlos sustituyendo cada pensamiento de miedo por un pensamiento feliz de amor. Se crucificó a sí mismo. Sin embargo, Dios planeó que Su Hijo bienamado fuese redimido.

2. Padre mío, sólo Tu plan es infalible. Todos los demás fracasarán. Y tendré pensamientos que me asustarán hasta que aprenda que Tú ya me has dado el único Pensamiento que me conduce a la salvación. Sólo mis propios pensamientos fracasarán, y no me llevarán a ninguna parte. Mas el Pensamiento que Tú me diste promete conducirme a mi hogar, porque en él reside la promesa que Tú le hiciste a Tu Hijo.






Citas.  La Fuente:


Pues no puedes elegir más que entre Dios o el ego. Todo sistema de pensamiento o bien es verdadero o bien falso, y todos sus atributos se derivan naturalmente de lo que es. Únicamente los Pensamientos de Dios son verdaderos. Y todo lo que se deriva de ellos procede de lo que son, y es tan verdadero como la santa Fuente de donde procedieron.  

T-17.III.9:5-7 (Texto, capítulo 17, apartado III, párrafo 9, oraciones 5 a7).



MANUAL DEL MAESTRO 

1. ¿Quiénes son los maestros de Dios? 

2. Los maestros de Dios proceden de todas partes del mundo y de todas las religiones, aunque algunos no pertenecen a ninguna religión. Los maestros de Dios son los que han respondido. La Llamada es universal, y está activa en todo momento y en todas partes. Dicha Llamada invoca a los maestros a que hablen en favor de Ella y a que rediman el mundo. Muchos la oyen, pero muy pocos responden. Sin embargo, es sólo cuestión de tiempo. Todo el mundo responderá al final, pero ese final puede estar muy, muy lejos. Ésta es la razón por la que se estableció el plan de los maestros. Su función es ahorrar tiempo. Cada uno comienza como una sola luz, pero como tiene la Llamada en el mismo centro de su ser, esa luz no puede restringirse. Y cada uno de ellos ahorra miles de años tal como el mundo juzga el tiempo. Mas para la Llamada en Sí, el tiempo no significa nada.

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