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miércoles, 22 de septiembre de 2021

Lección 265/Libro de Ejercicios de UCDM

Lección 265 en vídeo-audio



Lección 265



Lo único que veo es la mansedumbre de la creación.





5. ¿Qué es el cuerpo?

1. El cuerpo es una cerca que el Hijo de Dios se imagina haber erigido para separar partes de su Ser de otras partes. Cree vivir dentro de esa cerca, para morir a medida que ésta se deteriora y se desmorona. Pues cree estar a salvo del amor dentro de ella. Al identificarse con lo que considera es su seguridad, cree ser lo que ésta es. ¿De qué otro modo, si no, podría estar seguro de que permanece dentro del cuerpo, y de que mantiene al amor afuera?

2. El cuerpo no perdurará. Sin embargo, para él eso supone una doble seguridad. Pues la temporalidad del Hijo de Dios es la “prueba” de que sus cercas funcionan y de que están llevando a cabo la tarea que su mente les asignó. Pues si su unidad aún permaneciese intacta, ¿quién podría atacar y quién podría ser atacado? ¿Quién podría ser el vencedor? ¿Quién la presa? ¿Quién podría ser la víctima? ¿Quién el asesino? Y si él no muriese, ¿qué “prueba” habría de que el eterno Hijo de Dios puede ser destruido?

3. El cuerpo es un sueño. Al igual que otros sueños, a veces parece reflejar felicidad, pero puede súbitamente revertir al miedo, la cuna de todos los sueños. Pues sólo el amor puede crear de verdad, y la verdad jamás puede temer. Hecho para ser temeroso, el cuerpo no puede sino cumplir el propósito que le fue asignado. Mas podemos cambiar el propósito que el cuerpo obedece si cambiamos de parecer con respecto a su finalidad.

4. El cuerpo es el medio a través del cual el Hijo de Dios recobra la cordura. Aunque el cuerpo fue concebido para condenarlo al infierno para siempre, el objetivo del Cielo ha substituido a la búsqueda del infierno. El Hijo de Dios busca la mano de su hermano para ayudarlo a marchar por la misma senda que él. Ahora el cuerpo es santo. Ahora su propósito es sanar la misma mente para dar muerte a la cual fue concebido.

5. Te identificarás con lo que pienses que te ha de dar seguridad. Sea lo que sea, creerás que ello es lo que tú eres. Tu seguridad reside en la verdad, no en las mentiras. El amor es tu seguridad. El miedo no existe. Identifícate con el amor, y estarás a salvo. Identifícate con el amor, y estarás en tu morada. Identifícate con el amor, y hallarás tu Ser.





Lección 265

Lo único que veo es la mansedumbre de la creación.




1. Ciertamente no he comprendido el mundo, ya que proyecté sobre él mis pecados y luego me vi siendo el objeto de su mirada: ¡Qué feroces parecían! ¡Y cuán equivocado estaba al pensar que aquello que temía se encontraba en el mundo en vez de en mi propia mente! Hoy veo el mundo en la mansedumbre celestial con la que refulge la creación. En él no hay miedo. No permitas que ninguno de mis aparentes pecados nuble la luz celestial que refulge sobre el mundo. Lo que en él se refleja se encuentra en la Mente de Dios. Las imágenes que veo son un reflejo de mis pen­samientos. Pero mi mente es una con la de Dios. Por lo tanto, puedo percibir la mansedumbre de la creación.

2. En la quietud quiero contemplar el mundo, el cual refleja únicamente Tus Pensamientos, así como los míos. Concédaseme recordar que son lo mismo, y veré la mansedumbre de la creación.



Comentario de Jorge Pellicer.
¿Qué es el cuerpo?
Lecciones 261 a 270.



CitasEl sacrificio:


De una forma u otra, toda relación que el ego entabla está basada en la idea de que sacrificándose a sí mismo él se engrandece. El "sacrificio", que él considera una purificación, es de hecho la raíz de su amargo resentimiento. Pues preferiría atacar de inmediato y no demorar más lo que realmente desea hacer. No obstante, dado que el ego se relaciona con la "realidad" tal como él la ve, se da cuenta de que nadie podría interpretar un ataque directo como un acto de amor. Mas hacer sentir culpable a otro es un ataque directo, aunque no parezca serlo. Pues los que se sienten culpables esperan ser atacados, y habiendo pedido eso, se sienten atraídos por el ataque.


T-15.VII.6 (Texto, capítulo 15, apartado VII párrafo 6).




EL CANTO DE ORACIÓN


La oración, el perdón, la sanación

1 . LA ORACIÓN

III. Orar por otros



2. Las formas tempranas de oración, en la base de la escalera, no se hallarán libres de envidia y malicia. Piden venganza, no amor. Tampoco provienen de alguien que entiende que se trata de peticiones de muerte, fabricados con miedo por aquellos que atesoran la culpa. Invocan a un dios vengativo, y es él quien parece contestarles. No se puede pedir el infierno para otro, y después escapar de él quien lo pidió. Sólo quienes están en el infierno pueden pedir el infierno. Quienes han sido perdonados, y han aceptado su perdón, nunca podrían orar de tal manera.

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