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lunes, 20 de septiembre de 2021

Lección 263/Libro de Ejercicios de UCDM

Lección 263 en vídeo-audio



Lección 263



Mi santa visión ve la pureza de todas las cosas.





5. ¿Qué es el cuerpo?

1. El cuerpo es una cerca que el Hijo de Dios se imagina haber erigido para separar partes de su Ser de otras partes. Cree vivir dentro de esa cerca, para morir a medida que ésta se deteriora y se desmorona. Pues cree estar a salvo del amor dentro de ella. Al identificarse con lo que considera es su seguridad, cree ser lo que ésta es. ¿De qué otro modo, si no, podría estar seguro de que permanece dentro del cuerpo, y de que mantiene al amor afuera?

2. El cuerpo no perdurará. Sin embargo, para él eso supone una doble seguridad. Pues la temporalidad del Hijo de Dios es la “prueba” de que sus cercas funcionan y de que están llevando a cabo la tarea que su mente les asignó. Pues si su unidad aún permaneciese intacta, ¿quién podría atacar y quién podría ser atacado? ¿Quién podría ser el vencedor? ¿Quién la presa? ¿Quién podría ser la víctima? ¿Quién el asesino? Y si él no muriese, ¿qué “prueba” habría de que el eterno Hijo de Dios puede ser destruido?

3. El cuerpo es un sueño. Al igual que otros sueños, a veces parece reflejar felicidad, pero puede súbitamente revertir al miedo, la cuna de todos los sueños. Pues sólo el amor puede crear de verdad, y la verdad jamás puede temer. Hecho para ser temeroso, el cuerpo no puede sino cumplir el propósito que le fue asignado. Mas podemos cambiar el propósito que el cuerpo obedece si cambiamos de parecer con respecto a su finalidad.

4. El cuerpo es el medio a través del cual el Hijo de Dios recobra la cordura. Aunque el cuerpo fue concebido para condenarlo al infierno para siempre, el objetivo del Cielo ha substituido a la búsqueda del infierno. El Hijo de Dios busca la mano de su hermano para ayudarlo a marchar por la misma senda que él. Ahora el cuerpo es santo. Ahora su propósito es sanar la misma mente para dar muerte a la cual fue concebido.

5. Te identificarás con lo que pienses que te ha de dar seguridad. Sea lo que sea, creerás que ello es lo que tú eres. Tu seguridad reside en la verdad, no en las mentiras. El amor es tu seguridad. El miedo no existe. Identifícate con el amor, y estarás a salvo. Identifícate con el amor, y estarás en tu morada. Identifícate con el amor, y hallarás tu Ser.





Lección 263

Mi santa visión ve la pureza de todas las cosas.




1. Padre, Tu Mente creó todo cuanto existe, Tu Espíritu se adentró en ello y Tu Amor le infundió vida. ¿Y voy yo acaso a contemplar lo que Tú creaste como si en ello pudiese anidar el pecado? No quiero percibir imágenes tan tenebrosas y atemorizantes. Es imposible que yo pueda preferir el sueño de un loco a toda la hermosura con la que tú bendijiste la creación; a toda su pureza y dicha, así como a su eterna y serena morada en Ti.

2. Y mientras todavía nos encontremos ante las puertas del Cielo, contemplemos todo cuanto veamos a través de una visión santa y de los ojos de Cristo. Permite que todas las apariencias nos parez­can puras, para que podamos pasarlas de largo con inocencia, y dirigirnos juntos a la casa de nuestro Padre como hermanos y como los santos Hijos de Dios que somos.






Lección 263 en mente uno. (Clic)







Comentario de Jorge Pellicer.
¿Qué es el cuerpo?
Lecciones 261 a 270.



Citas. El ego:


El ego entabla relaciones con el solo propósito de obtener algo. Y mantiene al dador aferrado a él mediante la culpabilidad. Al ego le es imposible entablar ninguna relación sin ira, pues cree que la ira le gana amigos. No es eso lo que afirma, aunque ése es su propósito. Pues el ego cree realmente que puede obtener algo y conservarlo haciendo que otros se sientan culpables. Ésta es la única atracción que ejerce, pero es una atracción tan débil que no podría subsistir si no fuese porque nadie se percata de ello. Pues el ego siempre parece atraer mediante el amor y no ejerce atracción alguna sobre aquellos que perciben que atrae mediante la culpabilidad.


T-15.VII.2 (Texto, capítulo 15, apartado VII párrafo 2).




EL CANTO DE ORACIÓN


La oración, el perdón, la sanación

1 . LA ORACIÓN

II. La escalera de la oración




8. Dios es la meta de toda oración, y le da eternidad en vez de fin. Tampoco tiene comienzo, pues la meta no ha cambiado jamás. La oración en sus formas más tempranas es una ilusión, puesto que no hay necesidad de escalera alguna para alcanzar lo que uno nunca ha abandonado. Pero el orar es parte del perdón mientras éste, en sí mismo una ilusión, continúa sin lograrse. La oración se encuentra unida al aprendizaje hasta que el objetivo del aprendizaje se ha alcanzado. Y entonces todas las cosas serán transformadas al unísono, y regresarán sin mancha a la Mente de Dios. Por encontrarse más allá del aprendizaje, este estado no se puede describir. Las etapas necesarias para su obtención, sin embargo, necesitan ser comprendidas, si la paz ha de ser restaurada en el Hijo de Dios, quien vive ahora en la ilusión de la muerte y el temor de Dios.

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