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martes, 20 de julio de 2021

SEXTO REPASO. Lección 201/Libro de Ejercicios de UCDM

Lección 201 en vídeo-audio



Lección 201


SEXTO REPASO


Introducción



1. Para este repaso utilizaremos sólo una idea por día y la practicaremos tan a menudo cómo podamos. Además del tiempo que le dediques mañana y noche, que no debería ser menos de quince minutos, y de los recordatorios que han de llevarse a cabo, cada hora durante el transcurso del día, usa la idea tan frecuentemente como puedas entre las sesiones de práctica. Cada una de estas ideas por sí sola podría salvarte si verdaderamente la aprendieses. Cada una de ellas sería suficiente para liberaros a ti y al mundo de cualquier clase de cautiverio, e invitar de nuevo el recuerdo de Dios.

2. Con esto en mente, demos comienzo a nuestras prácticas, en las que repasaremos detenidamente los pensamientos con los que el Espíritu Santo nos ha bendecido en nuestras últimas veinte lecciones. Cada uno de ellos encierra dentro de sí el programa de estu­dios en su totalidad si se entiende, se practica, se acepta y se aplica a todo cuanto parece acontecer a lo largo del día. Uno solo basta. Mas no se debe excluir nada de ese pensamiento. Necesitamos, por lo tanto, usarlos todos y dejar que se vuelvan uno solo, ya que cada uno de ellos contribuye a la suma total de lo que queremos aprender.

3. Al igual que nuestro último repaso, estas sesiones de práctica giran alrededor de un tema central con el que comenzamos y concluimos cada lección. El tema para el presente repaso es el siguiente:



No soy un cuerpo. Soy libre.
Pues aún soy tal como Dios me creó.




El día comienza y concluye con esto. Y lo repetiremos asimismo cada vez que el reloj marque la hora, o siempre que nos acordemos, entre una hora y otra, que tenemos una función que transciende el mundo que vemos. Aparte de esto y de la repetición del pensamiento que nos corresponda practicar cada día, no se requiere ningún otro tipo de ejercicio, excepto un profundo abandono de todo aquello que abarrota la mente y la hace sorda a la razón, a la cordura y a la simple verdad.

4. Lo que nos proponemos en este repaso es ir más allá de todas las palabras y de las diferentes maneras de practicar. Pues lo que estamos intentando esta vez es ir más de prisa por una senda más corta que nos conduce a la serenidad y a la paz de Dios. Sencillamente cerramos los ojos y nos olvidamos de todo lo que jamás habíamos creído saber y entender. Pues así es como nos liberamos de todo lo que ni sabíamos ni pudimos entender.

5. Hay una sola excepción a esta falta de estructura. No dejes pasar un solo pensamiento trivial sin confrontarlo. Si adviertes alguno, niega su dominio sobre ti y apresúrate a asegurarle a tu mente que no es eso lo que quiere. Luego descarta tranquilamente el pensamiento que negaste y de inmediato y sin titubear sustitúyelo por la idea con la que estés practicando ese día.

6. Cuando la tentación te asedie, apresúrate a proclamar que ya no eres su presa, diciendo:



No quiero este pensamiento. El que quiero es _______.



Y entonces repite la idea del día y deja que ocupe el lugar de lo que habías pensado. Además de estas aplicaciones especiales de la idea diaria, sólo añadiremos unas cuantas expresiones formales o pensamientos específicos para que te ayuden con tu práctica. Por lo demás, le entregamos estos momentos de quietud al Maestro que nos enseña en silencio, nos habla de paz e imparte a nuestros pensamientos todo el significado que jamás puedan tener.

7. A Él le ofrezco este repaso por ti. Te pongo en Sus manos, y dejo que Él te enseñe qué hacer, qué decir y qué pensar cada vez que recurres a Él. Él estará a tu disposición siempre que acudas a Él en busca de ayuda. Ofrezcámosle este repaso que ahora comenzamos, y no nos olvidemos de Quién es al que se le ha entregado, según practicamos día tras día, avanzando hacia el objetivo que Él fijó para nosotros, dejando que nos enseñe cómo proceder y confiando plenamente en Él para que nos indique la forma en que cada sesión de práctica puede convertirse en un amoroso regalo de libertad para el mundo.





Lección 201

No soy un cuerpo. Soy libre.
Pues aún soy tal como Dios me creó.




1. (181) Confío en mis hermanos, que son uno conmigo.


No hay nadie que no sea mi hermano. He sido bendecido con la unidad de la que gozo con el universo y con Dios mi Padre, el único Creador de la totalidad que es mi Ser, el cual es eternamente uno conmigo.



No soy un cuerpo. Soy libre.
Pues aún soy tal como Dios me creó.





Lección 201 en mente uno. (Clic).




Comentario de Jorge Pellicer. 





Citas.   Los milagros: 


Los milagros no compiten entre sí, y el número de milagros que puedes obrar es ilimitado. Pueden ser legión y a la vez simultáneos. Esto no es difícil de entender una vez que concibes que son posibles.
 
T-14.X.3:1-3 (Texto, capítulo 14, apartado X, párrafo 3, oraciones 1 a 3). 




PSICOTERAPIA 


2. EL PROCESO DE LA PSICOTERAPIA

V. El proceso de la sanación.

2. Recordemos que los que vienen a nosotros en busca de ayuda están severamente atemorizados. Lo que creen que ayudará sólo puede hacer daño; lo que creen que les hará daño es lo único que puede ayudar. El progreso se vuelve imposible hasta que el paciente es persuadido de invertir su torcida manera de ver el mundo, su torcida manera de verse a sí mismo. La verdad es simple. Pero tiene que enseñarse a aquellos que creen que los pondrá en peligro. Se le tiene que enseñar a aquellos que atacarán por sentirse amenazados, y a aquellos que necesitan la lección de la indefensión (inofensividad) por encima de todo, para que ésta les demuestre lo que es la fortaleza

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