José Díaz y EducaNepal

A quienes sirven

Amigos Silvia y Julio realizaron este vídeo sobre José Díaz, fundador de Educanepal, en el que se incluye una entrevista íntima donde comparte qué se siente al entregar su vida a un proyecto, al sueño de construir un mundo más cariñoso y amable.

Citas UCDM 04/03/24

Eurythmics, Annie Lennox, Dave Stewart / I Saved the World Today

Citas.  El mundo real:

EL DESPERTAR  

IX. El sueño de perdón

Llega un momento en que la infancia debería dejarse atrás para siempre. 

Atreverse a ser Imperfecto: Lilith en Virgo/ Pablo Flores & Zaira García

Pablo Flores & Zaira García.

Lilith en Virgo.

Atreverse a ser Imperfecto.

Jornada terapéutica

Emociones al descubierto

Personajes Del revés

Al visionar por segunda vez la película Del revés [Inside out] recupero esta información recopilada tras la primera visión. Admirable película de animación orientada a explicar, a niños y adultos, el papel de los sentimientos y  emociones básicos, la génesis del pensamiento y el funcionamiento del proceso interno de la toma de decisiones.

5º aniversario / Anaís Fons / Yo sí que soy cría

Anaís Fons

Anaís hubiera querido ser un dibujo animado, cantando y bailando, nacido de las artistas manos de Disney. Mas sin embargo, canta y baila en carne y hueso. Probablemente su tikún es expresar sus sentimientos y emociones a través del baile, del canto y de la palabra: con sencillez aparente, aderezado con fino humor, comparte su análisis sobre la infancia y adolescencia en el seno de las relaciones familiares. La cría destila madurez y lucidez, y aporta material para la reflexión.

Puerto de Sagunto

Playa de Puerto de Sagunto

Aprendí a nadar en esta playa, a dejarme impulsar por las olas, a competir con mi hermano, a remar la barca de los Ugarte, a jugar a fútbol con los Llorens, Pi, Prats, Soriano, Sergio, Tony, Alfonso, Miguel Ángel...

Stokkebroe

William Stokkebroe

Agradezco a Kalina, de nuevo, el buen ratito disfrutado y la regresión a la infancia producida por la visión del siguiente vídeo.

A mi más tierna edad recuerdo que, sin ninguna vergüenza, bailaba junto a un monito de juguete que tocaba el tambor. Mi público, también entusiasta, era más escaso que el de William Stokkebroe.