William Stokkebroe |
Agradezco a Kalina, de nuevo, el buen ratito disfrutado y la regresión a la infancia producida por la visión del siguiente vídeo.
A mi más tierna edad recuerdo que, sin ninguna vergüenza, bailaba junto a un monito de juguete que tocaba el tambor. Mi público, también entusiasta, era más escaso que el de William Stokkebroe.