Citas. El cuerpo y la verdad:
VIII. La visión de la impecabilidad
El Espíritu Santo garantiza que lo que Dios dispuso para ti y te concedió, será tuyo.
Éste es tu propósito ahora, y la visión que hace que sea posible sólo espera a que la recibas. Ya dispones de la visión que te permite no ver el cuerpo. Y al contemplar a tu hermano verás en él un altar a tu Padre tan santo como el Cielo, refulgiendo con radiante pureza y con el destello de las deslumbrantes azucenas que allí depositaste. ¿Qué otra cosa podría tener más valor para ti? ¿Por qué piensas que el cuerpo es un mejor hogar, un albergue más seguro para el Hijo de Dios? ¿Por qué preferirías ver el cuerpo en vez de la verdad? ¿Cómo es posible que esa máquina de destrucción sea lo que prefieres y lo que eliges para reemplazar el santo hogar que te ofrece el Espíritu Santo, y donde Él morará contigo?
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