Babo, es un joven ciego desde la infancia
Citas. La felicidad:
EL DESPERTAR
III. Los testigos de DiosNo condenes a tu salvador porque él crea ser un cuerpo. Pues más allá de sus sueños se encuentra
su realidad. Pero antes de que él pueda recordar lo que es, tiene que aprender que es un salvador. Y
tiene que salvar a todo aquel que quiera ser salvado.
Su felicidad depende de que te salve a ti.
Pues,
¿quién puede ser un salvador sino aquel que brinda salvación? De este modo aprende que la
salvación es algo que él tiene que ofrecer.
Pues a menos que se la conceda a otro no sabrá que
dispone de ella, ya que dar es la prueba de que se tiene. Esto no lo pueden entender aquellos que
creen que con su fuerza pueden menoscabar a Dios.
Pues, ¿quién podría dar lo que no tiene?
¿Y
quién podría perder al dar aquello que, por el hecho de darlo, no puede sino aumentar?
T-29.III.1 (Texto, capítulo 29, apartado III, párrafo 1).
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