Serrat y Noa / Es caprichoso el azar
Citas. Desear:
RAZÓN Y PERCEPCIÓN
VIII. El cambio interno
VIII. El cambio interno
Pues si lo que deseas se te concede, y la felicidad es constante, entonces no necesitas pedirla más que una sola vez para gozar de ella eternamente. Y si siendo lo que es no gozas de ella siempre, es que no la pediste. Pues nadie deja de pedir lo que desea a lo que cree que tiene la capacidad de concedérselo. Tal vez esté equivocado con respecto a lo que pide, dónde lo pide y a qué se lo pide. No obstante, pedirá porque desear algo es una solicitud, una petición, hecha por alguien a quien Dios Mismo nunca dejaría de responder.
Dios ya le ha dado todo lo que él realmente quiere. Mas aquello de lo que no está seguro, Dios no se lo puede dar. Pues mientras siga estando inseguro es que no lo desea realmente, y la dación de Dios no podría ser completa a menos que se reciba.
T-21.VIII.3 (capítulo 21, apartado VIII, párrafo 3).
Enlace a la Lección del día.
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