Mi perrita es mi terapia / Encarna Martínez

Ahora, una de mascotas.

El miércoles hablaba con Mónica, mi profesora de cerámica y compañera de confidencias, sobre dedicar un texto a la gran misión servicio de las mascotas.

El viernes atendía a una paciente que me contaba que entre sus rutinas diarias estaba su perrita, “mi perrita es mi terapia”, me decía tal cual, y gracias a ella tengo un título para este artículo.

He de decir que yo en estos momentos no tengo mascotas en casa, pero sí disfruto de algunas de amigos muy cercanos.

Nana es una de mis nenas, tan bonita, tan cariñosa, tan acogedora, sus besos son jugo que se desliza entre mis manos, mis piernas, mi cara, vamos, donde ella quiere y yo le permito.

Greta acompaña a Mónica al taller de cerámica, recordando lo que es biológicamente correcto para la salud, descansar, tumbarse al sol, escuchar, acompañar, no hacer... 

Mi amigo David tiene unos cuántos... para eso vive en un lugar muy especial y con terreno para que puedan disfrutar de lo lindo...

Sila , 12/02/19/ EGM

Merche y Eduardo tienen a su Sila, que les anima y acompaña en su caminar, que les hace dar paseos extensos disfrutando de la ciudad y las zonas comunes.

Y así podría seguir, nombrando, a amigxs y sus mejores amigxs, tanta gente bonita que convive con animales bonitos.

Mi gran maestro, el Dr. Quiang, siempre hace referencia en sus consultas a la grandeza de los animales, las cantidades que comen, que beben, cómo deciden descansar, lo poco que “hablan”, lo poco que enjuician, la importancia de jugar, estirarse, tumbarse en la hierba, sus horarios. Ser sin “hacer mucho ruido”.

En mi ámbito profesional siempre hay una pregunta dentro de mi entrevista que está dirigida al paciente y que me da mucha información de su día a día: ¿cuál es su rutina diaria?

Cuando en la respuesta se encuentran las rutinas que hacen con su mascota, yo ya sé que tienen un factor protector dentro de sus limitaciones, como sacarles a pasear (cuántas veces pienso quién saca a quién), comprar comida para ellxs (que de otra manera ni siquiera comprarían para sí),  etc.

Hay una protección de la salud, inherente, para todas aquellas personas que están cerca de lo que yo considero talismanes, esas grandes almas que inundan nuestros mundos con la paz y serenidad que necesitamos todos.

Gracias a todas ellas, gracias por toda aquella bondad que profesan. 
Namasté.

Encarna Martínez