Yo soy otro tú |
Tú eres otro Yo
Los Mayas expresaban el concepto de unidad en su saludo diario, IN LAK'ECH, que significa Yo soy otro tú, al que contestaban HALA KEN, que significa Tú eres otro yo*.
A Peatón, un ratito a pie y otro andando, le suele incomodar la velocidad de otros transeúntes, la anciana valiente tirando de su carro de la compra, la ocupación de la acera por otros seres vivos, el tener que romper el ritmo e incluso detenerse, y los Biciclistas rodando por el lugar destinado a los Peatones.
Peatón es enemigo de taxis (siempre que no busque uno), autobuses (siempre que no sea usuario) y automóviles (siempre que no conduzca), sentidos como depredadores potenciales e incordios en el cruzar de las calles. Y de las motocicletas (siempre que no pilote una), por su estridente sonar y la frecuente alta velocidad peligrosa en el eventual choque. Y de bicicletas y patinetes eléctricos (si no los está utilizando).
Peatón es el rey del asfalto y en esa selva hay vida y hay muerte que procura evitar si la falta de atención, o la poca buena suerte, se lo permite.
A Biciclista, pedaleando, dejándose llevar por la inercia, frenando, le suele molestar el Peatón que se interpone en su trayectoria, el peligro inherente a un taxi libre, el bus que se detiene en su parada, el automóvil veloz, la motocicleta más veloz, el camión de la basura, las detenciones en el carril bici, la ambulancia de servicio, el patinete eléctrico...
¿Hay algo que no moleste a Biciclista?
¡Tienes más peligro que un taxi libre!
A Taxiser, peligroso si va libre, y peligroso si va ocupado, le molesta todo aquello que se oponga al sentido de su existencia: ganar dinero transportando humanos. Y la cola que no corre.
¡Que Yo estoy trabajando!, dice para justificar su hipotética preferencia en el uso de la vía pública.
Como si los demás no anduvieran circulando por trabajo sea productivo o social.
Autobuses de Valencia junto a un carril bici |
A Busiser, le molesta que se pague el viaje con un billete desorbitado, que se ocupe la parada del bus y el carril bus por conductores detenidos o despreocupados o tensionados o caraduras.
A Conductor no le hace ni pizca de gracia el Peatón que cruza por donde no debe, el Biciclista a su ritmo, el Motero Piloto serpenteante, el bus que no para de parar, el taxi que le hace la púa...
Y si sabe a ciencia cierta adónde va ¿a qué poner la luz de intermitencia de aviso de giro?
¡Qué autos se ven y qué poco utilizan las lucecitas ámbar!
¡Qué autos se ven y qué poco utilizan las lucecitas ámbar!
Motocicletas aparcadas en la acera frente a la Estación del Norte y la Plaza de Toros en Valencia |
A Motero Piloto le mueve y conmueve una idea: Desde que arranca, no detenerse hasta llegar a destino. Haya lo que haya que hacer, pues ¿acaso rigen las mismas normas de circulación para ciclomotores y motocicletas que para el resto de vehículos?
Ambulancia y atención a un herido, junto a un autobús accidentado en Valencia |
A Ambulanciero le preocupa el ángulo ciego, y la incompetencia de ciertos especímenes que al intentar ayudar a despejar el camino no hacen más que entorpecerlo.
A Patilectric se le distingue por su verticalidad como un mástil, por la velocidad que alcanza, el casco sin visera (no siempre), y porque va por donde puede esquivando peatones, adelantando biclistas, y orgulloso de su reprís.
A Peatón, a Biciclista, a Taxiser, a Busiser, a Conductor, a Piloto, a Ambulanciero,y a Patilectric les molestan todos los demás y ni que decir tiene lo bien que lo hace Él/Ella.
Si fuéramos mayas o mantuviéramos vivo su espíritu, probablemente recordaríamos y actuaríamos como si aplicáramos su saludo y su respuesta: Yo soy otro tú. Tú eres otro yo, y así, siempre seríamos amables con los demás coincidentes en el uso de la vía pública.
Amabilidad
Qué primor sería poder hacer de cada relación, cada instante, una cadena de eslabones de amabilidad, como la historia que presenta este vídeo que me facilitó Vladimir.
Marea de gente
Vídeo de Macaco, facilitado por Marta Salvat.
* Tomado de http://in-lakech.blogspot.com/
Carta Blanca al paseante, por Gabi Martínez
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