Buscar en este blog

miércoles, 22 de julio de 2020

Recapitulación (4)

Libertad


A los participantes de Bienvenido bienestar.
Afectuosamente.

Viene de Recapitulación 3, Clic sobre el título. 

"Uno de los descubrimientos más significativos de los chamanes del linaje de don Juan consiste en que, como todo lo que existe en el universo, nuestro mundo es una combinación de dos fuerzas opuestas y, a la vez, complementarias. 

Una de las fuerzas es el mundo que conocemos, al que denominamos el mundo de los seres orgánicos, y la otra es la que llaman el mundo de los seres inorgánicos.

- El mundo de los seres inorgánicos está poblado por seres que poseen conciencia y carecen de organismo -puntualizó don Juan-. Al igual que nosotros, son conglomerados de campos de energía. A los ojos del vidente resultan muy opacos, en lugar de ser luminosos como los seres humanos. Más que redondos, son configuraciones energéticas alargadas y con forma de vela. En el fondo se trata de conglomerados de campos de energía que presentan cohesión y límites semejantes a los nuestros. Están unidos por la misma fuerza aglutinante que cohesiona nuestros campos de energía.

- Don Juan, ¿dónde está el mundo inorgánico?
- Es nuestro mundo gemelo. Aunque ocupa el mismo tiempo y espacio que nuestro mundo, la conciencia de nuestro mundo es tan distinta de la del mundo inorgánico que jamás reparamos en la presencia de seres inorgánicos, si bien ellos notan la nuestra.
- ¿Los seres inorgánicos son seres humanos evolucionados?
- ¡En absoluto! -exclamó don Juan tajante-. Los seres inorgánicos de nuestro mundo gemelo son intrínsecamente inorgánicos desde el principio, de la misma forma que desde el comienzo nosotros somos intrínsecamente orgánicos. Se trata de seres cuya conciencia puede evolucionar como la nuestra y sin duda así ocurre, aunque yo no tengo conocimiento directo de cómo sucede. Lo que si sé es que el ser humano cuya conciencia ha evolucionado es un ser inorgánico especial, brillante, luminiscente y redondo.

Do Juan me proporcionó varias descripciones de este proceso evolutivo y yo siempre las interpreté como metáforas poéticas. Escogí la que más me gustaba: la de la libertad total. Imaginé que el ser humano que ingresa en la libertad total es el más valiente e imaginativo que existe. Don Juan añadió que no eran imaginaciones mías y que para entrar en la libertad total el ser humano debe invocar su faceta sublime que, según dijo, todos tienen y nunca se les ocurre utilizarla".

CASTANEDA, C.
Pases mágicos. Las enseñanzas prácticas de don Juan.
Barcelona, 1998, Ed. Martínez Roca, Págs. 106-107.

Clic sobre el título:Recapitulación 1 
Recapitulación 2.

No hay comentarios:

Publicar un comentario