Valeria Castro & Silvia Pérez Cruz / Debe ser
En el día a día vivimos en ese juego de ataque y defensa.
Así creemos que más o menos lidiamos con el asunto. Pero no es así.
No contactamos con lo que realmente está pasando.
Una vez decidamos entrar a sanar realmente, y tomemos la mano de Jesús, llegaremos a la herida más profunda: la desolación del ego.
Es la creencia más dolorosa: la certeza de que tú no eres digno de amor.
Necesitamos fuerza y comprensión para poder verla. Ahí, en ese reconocimiento, se desmantela el ego y brota el germen de la reconciliación.
En: SOLANA, I; RESTREPO ÁNGEL, R.
Azucenas.
Barcelona, 2019, Romeo Ediciones, Pág. 219.Enlace a la Lección del día:
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