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Lección 21
Estoy decidido a ver las cosas de otra manera.
1. La idea de hoy es obviamente una continuación y ampliación de la anterior. Esta vez, sin embargo, además de aplicar la idea a cualquier situación concreta que pueda surgir, son necesarios también períodos específicos de búsqueda mental. Se te exhorta a que lleves a cabo cinco sesiones de práctica de un minuto completo cada una.
2. Inicia las sesiones de práctica repitiendo la idea en tu interior. Luego cierra los ojos y busca con minuciosidad en tu mente aquellas situaciones pasadas, presentes o previstas que susciten ira en ti. La ira puede manifestarse en cualquier clase de reacción, desde una ligera irritación hasta la furia más desenfrenada. El grado de intensidad de la emoción experimentada es irrelevante. Te irás dando cuenta cada vez más de que una leve punzada de molestia no es otra cosa que un velo que cubre una intensa furia.
3. Trata, por lo tanto, durante las sesiones de práctica, de no dejar escapar aquellos pensamientos de ira que consideras “insignificantes”. Recuerda que no reconoces realmente qué es lo que suscita ira en ti, y nada de lo que puedas creer al respecto tiene significado alguno. Probablemente te sentirás tentado de emplear más tiempo en ciertas situaciones o personas que en otras, sobre la base falsa de que son más “obvias” Esto no es cierto. Es meramente un ejemplo de la creencia de que ciertas formas de ataque están más justificadas que otras.
4. Al escudriñar tu mente en busca de todas las formas en que se presentan los pensamientos de ataque, mantén cada uno de ellos presente mientras te dices a ti mismo:
Estoy decidido a ver a _______ [nombre de la persona] de otra manera.
Estoy decidido a ver _______ [especifica la situación] de otra manera.
5. Trata de ser tan específico como te sea posible. Puede, por ejemplo, que concentres tu ira en una característica determinada de alguna persona en particular, creyendo que la ira se limita a ese aspecto. Si tu percepción sufre de esa forma de distorsión, di:
Estoy decidido a ver ____ [precisa la característica] de [nombre de la persona] de otra manera.
Lección 21 en mente uno. (Clic)
Comentario de Jorge Pellicer.
Citas. Cuerpo, ego, sanación, Jesús, maestro.
Yo seré un substituto de tu ego si así lo deseas, pero nunca de tu espíritu. Un padre puede dejar
su hijo al cuidado de un hermano mayor que haya demostrado ser responsable, pero esto no entraña
confusión alguna acerca de quién es el padre. El hermano puede proteger el cuerpo y el ego del
niño, pero eso no lo lleva a creer que él sea el padre. Me puedes confiar tu cuerpo y tu ego debido
únicamente a que eso te permite desentenderte de ellos y me deja mostrarte que no son importantes.
Yo no podría entender lo importantes que son para ti si yo mismo no hubiese estado tentado de creer
en ellos. Aprendamos juntos esta lección para que juntos podamos liberarnos de tu cuerpo y de tu
ego. Necesito maestros dedicados que compartan mi objetivo de sanar a la mente. El espíritu no
tiene ninguna necesidad de que ni tú ni yo lo protejamos. Recuerda lo siguiente: En este mundo no
hay por qué tener tribulaciones porque yo he vencido al mundo. Por eso es por lo que debes estar
animado.
T-4-I-13 (Texto, capítulo 4, apartado I, párrafo 13).
Aceptar la Expiación:
Aceptar la irrealidad de la separación, el pecado, la culpa y la enfermedad, siguiendo la aplicación del perdón de todas nuestras relaciones especiales de la mano del Espíritu Santo. Esta es nuestra única responsabilidad.
Enlace al siguiente Ejercicio:
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