Viaje interior/ Música Arcturiana
La paz de Dios es tan delicada como un pétalo de rosa.
Es silencio. Es benevolencia. Es nada. Es lo que hay entre un asana y el otro.
Es la paciencia que brota cuando preparas un té contemplativamente.
Es la dicha que te impregna cuando oras o meditas.
Cuando quedamente te visitas a ti mismo.
Cuando delicadamente aprecias tu intrínseca bondad.
No sé si le llamaría éxtasis a todo ello, pero son experiencias que nos preparan para conocer a Dios.
En: SOLANA, I; RESTREPO ÁNGEL, R.
Azucenas.
Barcelona, 2019, Romeo Ediciones, Pág. 290.Enlace a la Lección del día:
No hay otro amor que el de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario