Fito & Fitipaldis / Cielo hermético
Con la enfermedad le decimos al mundo y a nosotros mismos: "Mira lo que me has hecho. Estoy sufriendo por tu culpa. Tú debes sentir culpa también por este lugar en el que estoy".
La curación del cuerpo de la mano de Jesús consiste en no poner el foco de atención en el cuerpo sino en la mente.
Perdonar a todos y a todo con la ayuda del Cielo, porque sin el Amor de Dios es imposible, y no darle al cuerpo y su enfermedad el protagonismo.
Tú no eres un cuerpo sino una mente poderosa e infinita. Alinéate con ella y despéjala de miedo y sufrimiento. Si después de ver el mundo inocente y perdonado todavía se mantiene la enfermedad, no te va a importar.
Las enfermedades también se le entregan al Espíritu Santo para que las use en beneficio del amor y de toda la humanidad.
Dicho esto, Jesús nos aconseja que tomemos los remedios para el cuerpo que nos parezca que van a ayudarnos, porque no hacerlo nos produciría miedo el cual nos aleja de la sanación.
En: SOLANA, I; RESTREPO ÁNGEL, R.
Azucenas.
Barcelona, 2019, Romeo Ediciones, Pág. 193Enlace a la Lección del día:
No soy víctima del mundo que veo.
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