Paté de Fuá / Llévame en un beso
Citas. La única regla para tener sueños felices:
EL NUEVO COMIENZO
IV. La verdad que yace tras las ilusiones
Pues aquí la
brecha inexistente comienza a percibirse libre de los juguetes de terror que tú inventaste. Esto es lo
único que se te pide.
Alégrate en verdad de que la salvación no pida mucho, sino de que pida tan
poco. En realidad no pide nada. Y aun en las ilusiones sólo pide que el perdón sea el substituto del
miedo.
Ésa es la única regla para tener sueños felices.
La brecha se vacía de todos los juguetes de
temor, poniéndose así de manifiesto su irrealidad.
Los sueños no sirven para nada, y el Hijo de Dios
no tiene ninguna necesidad de ellos. No le ofrecen ni una sola cosa que él pudiera jamás desear.
El
Hijo de Dios se libera de las ilusiones por su propia voluntad y simplemente se le restaura a lo que
él es.
¿Qué podría ser el plan de Dios para su salvación, sino un medio para darse a Sí Mismo Su
Hijo?
T-30.IV.8 (Texto, capítulo 30, apartado IV, párrafo 8).
Soy tal como Dios me creó.
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