No percibo lo que más me conviene.
1. No te das cuenta en ninguna de las situaciones que se presentan ante ti del desenlace que te haría feliz. No tienes, por lo tanto, una pauta por la que regir debidamente tus acciones, ni manera alguna de juzgar sus resultados. Lo que haces está determinado por tu percepción de la situación de que se trate, y esa percepción es errónea. Es inevitable, pues, que nada de lo que hagas sea en beneficio de lo que más te conviene. No obstante, lo que más te conviene constituye tu único objetivo en toda situación que se perciba correctamente. De lo contrario, te resultará imposible reconocerlo.
2. Si te dieses cuenta de que en realidad no percibes lo que más te conviene, se te podría enseñar lo que ello es. Pero como estás convencido de que lo sabes, no puedes aprender. La idea de hoy es un paso encaminado a hacer que tu mente se vuelva receptiva de manera que el aprendizaje pueda dar comienzo.
3. Los ejercicios de hoy requieren mucha más honestidad de la que estás acostumbrado a usar. Te será más útil examinar unos pocos temas honesta y minuciosamente en cada una de las cinco sesiones de práctica que se deben llevar a cabo hoy, que un mayor número superficialmente. Se recomiendan dos minutos para cada uno de los períodos de búsqueda mental que los ejercicios de hoy requieren.
4. Las sesiones de práctica se deben comenzar repitiendo la idea de hoy, a lo que debe seguir una búsqueda mental con los ojos cerrados de aquellas situaciones en tu vida que aún no estén resueltas y que actualmente te están causando desasosiego. Debes hacer hincapié en descubrir cuál es el resultado que deseas. Te darás cuenta muy pronto de que tienes varios objetivos en mente como parte del resultado que deseas y también de que esos objetivos se encuentran en diferentes niveles y de que con frecuencia son conflictivos.
5. Al aplicar la idea de hoy, nombra cada situación que se te ocurra, y luego enumera minuciosamente todos los objetivos que te gustaría alcanzar en el desenlace de la misma. El modelo que se debe seguir en cada caso debe ser más o menos así:
Lo que me gustaría que ocurriese en relación con _______ , es que _______ y que _______ sucediese,
y así sucesivamente. Trata de abarcar tantos diferentes desenlaces como honestamente se te ocurran, aun cuando algunos de ellos no parezcan estar directamente relacionados con la situación, o, lo que es más, ni siquiera parezcan tener nada que ver con ella.
6. Si haces estos ejercicios correctamente, te darás cuenta de inmediato de que estás exigiendo de cada situación un gran número de cosas que no tienen nada que ver con ella. Te percatarás asimismo de que muchos de tus objetivos son contradictorios, que no tienes un resultado concreto en mente, y que no puedes por menos que experimentar desilusión con respecto a algunos de tus objetivos, independientemente de como se resuelva finalmente la situación.
7. Después de pasar revista a tantos objetivos anhelados como puedas para cada situación aún sin resolver que cruce tu mente, di para tus adentros:
No percibo lo que más me conviene en esta situación,
y pasa a la siguiente.
Lección 24 en mente uno. (Clic)
Comentario de Jorge Pellicer.
Citas. Cambiar de mentalidad.
Si no puedes oír la Voz de Dios, es porque estás eligiendo no escucharla. Pero que sí escuchas a
la voz de tu ego lo demuestran tus actitudes, tus sentimientos y tu comportamiento. No obstante, eso
es lo que quieres. Eso es por lo que luchas y lo que procuras proteger manteniéndote alerta. Tu
mente está repleta de estratagemas para hacer quedar bien al ego, pero no buscas la faz de Cristo. El
espejo en el que el ego trata de ver su rostro es ciertamente tenebroso. ¿De qué otra manera, sino
con espejos, podría seguir manteniendo la falsedad de su existencia? Con todo, dónde buscas para
encontrarte a ti mismo depende de ti.
He dicho que no puedes cambiar de mentalidad modificando tu conducta, mas he dicho también,
y en muchas ocasiones, que puedes cambiar de mentalidad. Cuando tu estado de ánimo te diga que
has elegido equivocadamente, y esto es así siempre que no te sientes contento, reconoce entonces
que ello no tiene por qué ser así.
Cuando te sientas triste, reconoce que eso no tiene por qué ser así. Las depresiones proceden de
una sensación de que careces de algo que deseas y no tienes. Recuerda que no careces de nada,
excepto si así lo decides, y decide entonces de otra manera.
Cuando sientas ansiedad, date cuenta de que la ansiedad procede de los caprichos del ego.
Reconoce que eso no tiene por qué ser así. Puedes estar tan alerta contra los dictados del ego como
en su favor.
Cuando te sientas culpable, recuerda que el ego ciertamente ha violado las leyes de Dios, pero tú
no. Los "pecados" del ego déjamelos a mí. Ese es el propósito de la Expiación. Pero hasta que no
cambies de parecer con respecto a aquellos a quienes tu ego ha herido, la Expiación no podrá
liberarte. Si te sigues sintiendo culpable es porque tu ego sigue al mando, ya que sólo el ego puede
experimentar culpabilidad. Eso no tiene por qué ser así.
T-4-IV-1, 2-1 y 2; 3, 4 y 5 (Texto, capítulo 4, apartado IV, párrafos 1, 2 (frases 1 y 2) 3, 4 y 5).
Ángeles:
Extensiones del Pensamiento de Dios; símbolos de la luz y protección de Dios que siempre nos rodea, puesto que en verdad nosotros jamás nos hemos separado de Él; no deben confundirse con la idea popular de los seres celestiales, los cuales son inherentemente ilusorios.
Extensiones del Pensamiento de Dios; símbolos de la luz y protección de Dios que siempre nos rodea, puesto que en verdad nosotros jamás nos hemos separado de Él; no deben confundirse con la idea popular de los seres celestiales, los cuales son inherentemente ilusorios.
Enlace al siguiente Ejercicio:
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