ZEV |
Soy
Esa yegua desbocada que corre libre por los prados sin atender a nada más que al dulce olor de las flores, esa fierecilla indomable por los hombres, sin límites ni juicios, que sigue su propia norma.
Esa flor que crece a su propio ritmo, creciendo fuerte y a su vez frágil por el temporal, que por más que ruja el viento y la mueva, sigue creciendo sin importar los tiempos, los ritmos y las prisas de los demás.
Esa mariposa que vuela por lo alto sin dejar de acordarse que antes fue gusano sabiendo que, aunque sus alas son fuertes y le permiten volar hacia donde quiera, también son suaves y frágiles.
Esa marea estrellándose contra las rocas de forma majestuosa sin recibir ni un solo rasguño, aun pareciendo la roca más fuerte que el mar; tengo esa flexibilidad, esa crecida energía irrompible e incansable, ese espíritu que, ante lo que cualquiera llamaría fracasos, llegan a ser triunfos gracias a la inmensidad de su corazón, en el que siempre hay hueco para alguien más.
Soy la chica sin sombra, sin ataduras, sin límites, ese corsé que revienta al no querer oprimir a alguien más, esa que al ver los árboles se estremece cada vez como si fuera la primera vez que ve esa majestuosidad, sabiendo que somos muy parecidos, que toda esa belleza y grandiosidad está en él y en mí.
Nos costó mucho tiempo, paciencia y muchas tempestades para llegar a estar, para simplemente ser, simplemente soy.
ZEV
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